Analistas y economistas consultados por LA NACION prevén para mañana un rally en el precio de las acciones y los bonos argentinos, mientras que la cotización del dólar paralelo y la brecha con el oficial caería por el resultado adverso al gobierno nacional en las primarias obligatorias. Sin embargo, los coletazos a futuro son menos previsibles.“El mercado viene especulando con un resultado electoral que incremente la probabilidad de un cambio de enfoque de la política económica que viene propiciando la actual administración, al menos a partir de 2023. Este resultado sería festejado por los precios de los activos locales”, afirmó el economista Gabriel Caamaño, de Estudio Ledesma.En qué se parece un dirigente político al mozo de un restaurantePor su parte, Diego Martínez Burzaco, jefe de Estrategia en Inviu!, dijo que, si los resultados se terminan de confirmar, serían positivos para acciones y bonos. Además, señaló que, paradójicamente, pueden traer cierta tranquilidad en la dolarización porque habilitan la lectura de “un límite al avance oficialista para controlar el Congreso”.“En cuanto más institucionalización haya y más defensa del equilibrio de los poderes, más sano para la democracia y para pensar en un país distinto. Creo que, de aquí a las próximas jornadas, vamos a vivir un veranito en cuanto al Merval y acciones y bonos, y después iremos viendo los sondeos de cara a la elección general; si esto termina de confirmarse, también sería bueno”, agregó.El analista financiero Christian Buteler consideró que mañana debería ser un muy buen día para las acciones, positivo en los bonos y tranquilo en el dólar.“Más allá de lo mucho que subieron las acciones hasta ahora, creo que este resultado deberá tener su impacto en los mercados. En los bonos no tanto como en las acciones, principalmente porque los problemas para cobrarlos siguen estando como el viernes”, afirmó.En el mismo sentido, Fernando Marull, socio en FMyA, pronosticó que el Merval y los bonos subirán y el dólar bajará, mientras que, en el corto plazo, el Gobierno volcará más pesos a la calle y buscará controlar más la divisa norteamericana, tanto oficial como el contado con liquidación (CCL).Urgencias“Lo urgente: llegar a noviembre sin una crisis. Hoy hay baja chance de que ocurra. Luego, después de noviembre, asumimos una devaluación más acelerada, contenida con más cepo a importaciones y más brecha cambiaria. Antes de marzo, el Gobierno deberá acordar sí o sí con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin acuerdo, no hay calma financiera ni rally de activos que dure en el tiempo. Esto lo sabe el Gobierno, porque empieza el plan Llegar a 2023”, sumó.En cuanto al trade electoral, el economista Gustavo Ber juzgó que los resultados habilitarían una reanudación. Pero dijo que los operadores estarán atentos a la estrategia que ensayaría el oficialismo frente a las elecciones de noviembre y también a los dos años por delante, con serios desafíos económicos por administrar. “En los dos meses que restan hasta la escala final de las elecciones de noviembre, debería esperarse que se extienda la incertidumbre de los agentes económicos y, en este sentido, la búsqueda de cobertura, lo cual continuaría requiriendo de intervenciones cambiarias que ponen presión sobre las reservas netas del Banco Central. Ello podría llegar combinado con anuncios económicos –con objetivos electorales– que podrían acentuar los desequilibrios económicos a administrar post comicios, en especial desde el frente fiscal y monetario, junto al desafío del acuerdo con el FMI –a contrarreloj por los abultados vencimientos del año próximo– que requerirá de consenso político”, agregó.Por otro lado, Federico Moll, de Ecolatina, alertó que los números no son los que el oficialismo esperaba y eso genera incertidumbre respecto a la política económica de los próximos meses. “Si la lectura es que el mal resultado es fruto de las políticas de austeridad fiscal que se llevaron adelante, es razonable creer que se vaya a priorizar el frente político por sobre el económico y decidan implementar una política fiscal más expansiva. El efecto que un mayor gasto puede tener sobre el mercado cambiario es claro, mayor brecha y mayores complicaciones para acceder al mercado formal”, apuntó.Por último, Adrián Yarde Buller hizo hincapié en el acuerdo con el FMI y consideró que los inversores van a mirar de cerca el grado de apoyo al oficialismo, ya que esto va a determinar el margen de maniobra para introducir reformas con alto costo político.“Creo que se necesita un acuerdo de buena calidad con el FMI, y para eso el Gobierno necesita capital político. Si no lo consigue en la elección, es probable que veamos reformas de bajo costo político, con una consolidación fiscal muy basada en aumentos de impuestos y poco en reducciones del gasto”, concluyó.

Fuente: La Nación

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