Después de siete días de recuperación tras un periodo de diez de sueño deficiente, los participantes en un pequeño estudio habían recuperado su velocidad de reacción anterior a la privación del descanso, pero no se habían enmendado completamente en ninguna otra medida de función, según un estudio de la Universidad Jagellónica de Cracovia (Polonia) publicado en la revista de acceso abierto PLOS ONE.¿Por qué nos invaden las preocupaciones a la hora de dormir?Sin embargo, aunque algunas investigaciones abordaron la recuperación tras la privación crónica del sueño, no quedó claro cuánto tiempo se necesita para recuperarse completamente de períodos prolongados de descanso deficiente. Para poner más claridad sobre este tema, el investigador Jeremi Ochab y sus colegas llevaron a cabo un pequeño estudio con varios adultos sanos que se sometieron a 10 días de restricción intencionada del sueño, seguidos de siete días de recuperación sin restricciones.Los participantes completaron el estudio en su entorno cotidiano y llevaban sensores en la muñeca para controlar los patrones diarios de sueño y actividad. También se sometieron a una electroencefalografía (EEG) diaria para controlar la actividad cerebral y respondieron a preguntas diarias (tareas Stroop) para medir los tiempos de reacción y la precisión.Los científicos llevaron a cabo un pequeño estudio con varios adultos sanos que se sometieron a 10 días de restricción intencionada del sueño, seguidos de siete días de recuperación sin restricciones (Pexels/)Tras siete días de recuperación, los participantes todavía no habían recuperado el rendimiento anterior a la privación del sueño en la mayoría de las medidas de funcionamiento. Esto incluía varias medidas de actividad cerebral en el EEG, patrones de reposo versus actividad captados por sensores de muñeca, y precisión en las tareas Stroop. Solo sus tiempos de reacción se habían recuperado hasta los niveles de referencia.Revelan que dos funciones cerebrales clave pueden mejorar después de los 58 añosAunque los investigadores señalaron que es difícil comparar estos resultados con los de otros estudios que emplearon métodos diferentes, las conclusiones aportan nuevos conocimientos sobre la recuperación de la pérdida crónica de sueño. Las investigaciones futuras podrían ampliarse a un mayor número de participantes, investigar períodos de recuperación más largos y desentrañar el orden en que las diferentes funciones vuelven a la normalidad.Los autores concluyeron que “la investigación del proceso de recuperación tras un periodo prolongado de restricción del sueño revela que las diferencias en las respuestas conductuales, motoras y neurofisiológicas tanto a la pérdida de sueño como a la recuperación”.

Fuente: La Nación

Comparte este artículo en: