El Banco Central (BCRA) vio disminuir 68% su ganancia contable en 2020 respecto del año previo. Con ello, el Gobierno comienza a ver limitada la principal caja de financiamiento que había tenido el año pasado (aportó más de $2 billones) y que tendrá incluso este año, ya que podría girarle hasta $1,2 millones más de mantenerse la dinámica actual). Así, con un pasivo (pesos estacionados en Leliqs y pases) que se engrosa más que su activo (reservas), al tiempo que pasó a tener tasas de indexación también mayores (36% promedio vs. una actualización proyectada del 25% del tipo de cambio), la capacidad de asistencia al fisco en 2022 quedaría reducida notablemente, advierten los economistas.La entidad que conduce Miguel Pesce obtuvo un resultado neto de $522.558 millones, que contrasta contra los $1.606.981 millones declarados un año antes, pero está en línea con los $577.000 reportados en 2018. En todos los casos se trata de ganancias meramente “contables” y resultantes de la elevada tasa de devaluación del 50,6%, 59% y 40,3% que tuvo el peso en cada uno de esos ejercicios, por orden cronológico.El resultado está 34% por debajo de lo que, incluso, estaba proyectado en el presupuesto. “El presente proyecto de ley contempla la remisión de utilidades al Tesoro Nacional por la suma de $800.000 millones (ver sección 7.1.4 fuentes y aplicaciones financieras)”, dice, remitiendo a la facultad que el artículo 38 de su Carta Orgánica le da al BCRA para girarle al Gobierno utilidades que no sean capitalizadas.“Reportó la ganancia más baja de los últimos tres años como porcentaje de la base monetaria: apenas 21% en relación a ella, contra el 85% de 2019 y el 40% de 2018?, hizo notar el economista Nery Persichini (GMA Capital). El resultado neto final se ubicó por debajo de los que proyectaba el mercado, básicamente “por la pérdida de $617.000 millones que se incorpora por ajuste inflacionario, un criterio que no había usado en su anterior ejercicio”, acotó.El analista estima que este resultado del balance limita el total de asistencia monetaria máxima en el año a $1,2 billones (3,2% del PIB), si se le suma el margen que tendría por adelantos transitorios, que se ubica por en torno a los $300.000 millones actualmente.La ganancia contable del BCRA en 2020 fue de $ 523 mil millones. Hubo una pérdida de $ 617 mil millones por ajuste inflacionario.Sumando margen por adelantos transitorios (12%*BM + 10%*reca), la asistencia monetaria máxima en 2021 podría alcanzar $ 1,2 billones (3,2% del PIB). pic.twitter.com/thMrSX5gLh— Nery Persichini (@nerypersi) May 10, 2021“Mi conclusión es que apareció un límite a la ‘maquinita’: ya no podrá ser una ‘canilla abierta’. Esto obligará en adelante al Gobierno o a ser más prolijo en el manejo del déficit o a mejorar bastante su perfomance para captar fondos y conseguir financiamiento por el mercado”, coincidió el economista y consultor Fernando Marull (FyMA), quien admitió que el resultado reportado estuvo muy por debajo de lo que esperaba.“Lo que está claro, además, es que la asistencia monetaria cambiará su mix: el año pasado el 80% de los giros fueron en concepto de utilidades. Ahora pasarían a ser 40% utilidades y el resto adelantos transitorios, a menos que le queden ganancias de ejercicios anteriores para usar”, indicó.El balance 2020 de la entidad confirma a la vez que la estrategia del ministro de Economía, Martín Guzmán, de usar al dólar como “ancla” contra la inflación tiene serias limitaciones, como ya había señalado LA NACION días atrás.“Para que el BCRA pueda seguir siendo caja de cara al 2022 tendrían que acelerar el ritmo de devaluación o dejar que se expanda la base monetaria, dos opciones resistidas y una diría inviable con una inflación lanzada a velocidad crucero del 4% mensual. De hecho, el BCRA está esforzándose cada vez más para pasar a ser contractivo, aunque eso llevó sus pasivos monetarios a los $3,5 billones en mayo”, explicó un operador de mercado.Persichini coincide en advertir que al BCRA se le van acabando los trucos para engrosar ganancias y quedar en condiciones de poder asistir más y más al Tesoro Nacional. “A fines de 2019 habían aprobado el cambio de valuación de Letras Intransferibles (LI), lo que les permitió contabilizar una ganancia extraordinaria por esa vía. Pero ahora ya están anotados en su balance a valor fascial”, recordó.El dato afecta también los planes que parte de la coalición de gobierno viene impulsado para dar nueva rienda suelta al gasto público ante las nuevas restricciones dispuestas para combatir el nuevo avance de la pandemia en el país, en momentos en que las dificultades para acceder a vacunas volvieron a quedar a la vista.
Fuente: La Nación