Edward Jenner nació el 17 de mayo de 1749 en Berkeley, Inglaterra. Por aquellos años, lejos estaba de imaginarse que tiempo después sería considerado “el padre de la inmunología” y que sus desarrollos lograrían salvar miles de vidas.La viruela es una enfermedad contagiosa de una muy elevada tasa de mortalidad, causada por el variola virus y se caracteriza por la formación de llagas en la boca y erupciones cutáneas. Se estima que durante el siglo XX unas 300 millones de personas murieron por esta causa. De hecho, si se toma únicamente el año 1967 (una década antes de que se detectara el último caso) los pacientes infectados de viruela fueron 15 millones.La vida novelesca de Edward JennerAunque se recetaban antivirales para mitigar los síntomas y complicaciones de la viruela, el único tratamiento eficaz contra el virus era la existencia de una vacuna.En China, por ejemplo, se creó un tratamiento conocido como “variolización”. El objetivo en todas las pruebas era el mismo: inocular el virus tras un primer contagio leve que otorgara inmunidad al paciente.Con ese fin, se probaron todo tipo de métodos, incluso se hizo la prueba de colocarle la ropa de pacientes infectados a personas sanas, pero nada fue verdaderamente eficiente, dado que resultaba imposible controlar la gravedad del contagio y dosificar sus efectos colaterales.Así fueron las pruebas para medir el efecto de la vacuna contra la viruelaEl estudio más profundo de Edward Jenner contra la viruela comenzó en 1775. Al cabo de una experimentación con animales, el investigador comprobó que si tomaba un extracto de una llaga de viruela bovina y la inyectaba en un paciente, esa persona lograba la inmunidad a la viruela humana.Y así fue como el 14 de mayo de 1796 se realizó la primera prueba de la vacuna contra la viruela.El primer paciente humano en recibirla fue James Phipps, un niño de apenas 8 años. Jenner necesitó de dos aliados más para poner a prueba su reveladora invención:Sarah Nelmes, una ordeñadora que inspiró a Jenner con respecto a la prueba específica en la viruela bovina.Blossom, la vaca que había contagiado a Nelmes y que permitió que ambos arribaran a esta conclusión.El pequeño James Phipps contrajo viruela bovina, tal como Jenner esperaba. Días después fue inoculado con gérmenes de viruela pero no se enfermó de su versión humana, logrando que la prueba fuera exitosa.El grado de protección fue definitivo y dio pie a la experimentación de más alternativas para curar pacientes y prevenir la enfermedad.Viruela, paperas ¿y coronavirus?, la historia de cómo las vacunas salvaron a la humanidadLa clave de la vacunación simultánea para erradicar la enfermedadEn tiempos de pandemia, recordar el momento en que la OMS (Organización Mundial de la Salud) comunicó la desaparición de la viruela puede resultar estimulante.Fue el 8 de mayo de 1980 y se debió a una labor mundial de más de diez años en la que participaron miles de profesionales de la salud de todo el planeta. Se administraron 500 millones de vacunas que pusieron fin a la viruela.“El mundo y todos sus habitantes se han liberado de la viruela” fue el textual comunicado de la OMS. Según especifica la entidad, el logro fue posible gracias a la ciencia y la solidaridad de las personas.Además de encontrar una solución contra una enfermedad que cobró millones de vidas humanas, su erradicación fue tomada como ejemplo para acciones superadoras y protección para el futuro.La OMS y Unicef lanzaron el Programa Ampliado de Inmunización para proteger y vacunar al 85% de los niños del mundo contra enfermedades debilitantes.La misma OMS declara en su comunicado de prensa oficial que la erradicación de la viruela es un “legado de esperanza para el covid-19 y otras enfermedades”.
Fuente: La Nación