Dos obras teatrales posibilitaron un fuerte intercambio creativo entre el dramaturgo Víctor Winer y el director Mariano Dossena. Si bien hace unos años habían conversado acerca de un proyecto común, recién en 2019 tuvieron un primer acercamiento que se transformó en altamente significativo para ambos.El primer trabajo fue Los soviets de San Antonio, pieza que estrenaron en julio, en la sala El tinglado con un elenco integrado por Ana María Cores, Carolina Ferrer, David Midanson, Cristian Thorsen y María Viau. El segundo, se conocerá desde hoy, en el Complejo Teatral Regina. Se trata de Quince días para hablar de amor y estará interpretado por Fabio Di Tomaso, Gonzalo Urtizberea, Edda Bustamante, Emilia Mazer y Esteban Prol.Aunque pertenecen a distintas generaciones Winer y Dossena han descubierto que se complementan muy bien a la hora de producir un hecho escénico. Destacado autor que posee escritas algo más de 30 piezas dramáticas el primero reconoce que no le resulta sencillo encontrar empatía con un director. “A lo largo de los estrenos que he tenido –explica– tuve encuentros y desencuentros respecto de los resultados pero es imposible saber qué va a pasar. Eso solo se ve cuando la carta está dada vuelta. Desde Los soviets estamos con Mariano en un estado paradisiaco dado que, en lo personal, el resultado me encantó y la respuesta del público es muy atractiva”A Mariano Dossena no siempre le interesan los autores de su generación. Él no escribe y por lo tanto se sirve del imaginario de otra persona para crear y encontró en Winer a un autor en cuyo universo le interesa introducirse. “Víctor me gusta porque escribe con estructura –explica–. Yo necesito una estructura para dirigir. Me gusta mucho su trabajo sobre la palabra, el humor, los personajes están muy bien delineados y los conflictos son siempre muy sabrosos porque mezcla cosas.”Winer cuenta que siempre escribe a partir de un disparador y hasta recurre a experiencias personales o a alguna imagen que asoma como punto de partida para desarrollar una historia. Extrañamente en Los soviets de San Antonio la primera escena se le presentó diciéndole, “confiá en mí, no pidas metáforas, ni parábolas. Solo confiá”. Lo hizo y logró dar forma a una historia delirante en la que un hombre se escapa de San Antonio llevándose consigo la colección de fascículos de Todo es historia, publicación que dirigía Félix Luna. En algún momento su vida personal se mezcla con los materiales leídos. En su imaginario Rusia se mezcla con San Antonio y se producen situaciones verdaderamente desopilantes.Mariano Dossena y Víctor Winer comparten en escena Los soviets de San Antonio y Quince días para hablar de amor (Santiago Cichero /)“El material posee una construcción muy atractiva –comenta Dossena–. Conjuga el costumbrismo con esta cosa épica de Anastasia y los rusos. Rusia ha tenido una gran resonancia en nuestro país en el último tiempo y eso parecería acercar la obra a este presente. Empezamos a ensayar Los soviets antes de la pandemia y estábamos casi a punto de estrenar y vino la debacle. Paramos un año y retomamos un poco inciertamente, hasta que se despejó el panorama.”La pandemia le posibilitó a Víctor Winer escribir varias piezas teatrales y hasta siente que ha modificado mucho ciertas cuestiones de su estilo o sus temáticas. A poco de estrenar la pieza que se representa en El Tinglado le acercó a Mariano Dossena Quince días para hablar del amor y más allá de la sorpresa del director aquí también se encontró con un texto que lo inquietó y decidió llevarlo a escena.“Leí la obra y me atrajo porque es totalmente opuesta al mundo de Los soviets –cuenta el director–. Tiene otro registro. Si bien hay algo que es real: un autor creo que escribe siempre una misma obra. En general si haces una retrospectiva hay temas que siempre vuelven y me gustó que aquí hablara sobre el amor. Algo tan polémico, ¿qué es el amor?, ¿cómo se construyen las relaciones de pareja? o ¿qué pasa con la competencia que puede haber en una pareja? o ¿Cuál es el ideal del amor? Cuando la leí me imaginé, no se por que, los años 70. Con lo más luminoso de esa década y que tiene que ver con la música y el vestuario y la forma de la comedia. Eso de ir al mundo opuesto en el que estábamos me pareció que estaba bueno. Era un desafío y una forma de seguir dialogando con este autor activamente.”Winer había decidido escribir sobre el amor pero desconocía como iban a llegar ciertas imágenes a su cabeza. “Aterrizaron en un escritor –cuenta– que firma un contrato con una editorial para escribir un libro de autoayuda sobre el tema. De pronto descubre que sabe muy poco sobre eso pese a estar en pareja, casado. Se bloquea y entra en depresión. Por suerte eso no me pasó y llegué a buen término con la obra pero si describo todo un imaginario de eso de sentirse rey de noche y mendigo a la mañana cuando lees lo que escribiste. Toda esa fantasmagoría está puesta de modo irónico en esta pieza que termina siendo una obra de autoayuda sobre el amor.”Ambos creadores se sienten muy felices de poder regresar a los escenarios y en este caso particular con dos proyectos. Observan además el fuerte interés que posee el público por volver al teatro y también a tener la posibilidad de encontrarse y reírse viendo una comedia. Winer habla de lo interesante que ha sido “reestablecer este aire necesario que es la cultura, estamos volviendo a respirar otro oxígeno”. Según Dossena “se ha vuelto a resignificar el hecho teatral. Ya fue hermoso cuando nos encontramos para ensayar un proyecto, teníamos una zanahoria por delante.”La pregunta es cómo seguirá esta dupla de trabajo que se ha conformado y en eso Víctor Winer es muy contundente: “Me animo a decir que para mi es como comprar un billete de lotería. De pronto vas a ver el resultado y decís ‘cuanto dinero que obtengo, nunca lo imaginé’. Y a veces me he quedado sin cobrar. Para mi fue prueba y error durante mucho tiempo. Tengo batallas ganadas y perdidas en los encuentros con los directores más allá de su mejor voluntad, su mejor esfuerzo personal. Hablo de sentirme interpretado. Entonces cuando encuentro casamiento, lo disfruto. Ya estamos en la tercera luna de miel preparando el próximo proyecto.” Siempre es interesante cuando se forma una nueva dupla artística: en este caso, el autor Víctor Winer y el director Mariano Dossena (Santiago Cichero /)Para agendarLos soviets de San AntonioEl Tinglado, Mario Bravo 948Sábados, a las 22; domingos, a las 18Quince días para hablar del amorComplejo Teatral Regina, Santa Fe 1235Vienes a las 20.30; sábados, a las 21.30; domingos, a las 19.30

Fuente: La Nación

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