Angela Riihiluoma es una azafata que decidió utilizar su cuenta de TikTok para revelar el conocimiento que aprendió de su pasado como empleada de un hotel.Antes y después: las celebridades que se sometieron a cirugías estéticas y se arrepintieronEn el video que llegó a las seis millones de reproducciones, Angela da detalles de las cosas que nunca debes utilizar en una habitación. “Trabajé para un hotel hace un tiempo haciendo algunas cosas de marketing, y el hombre que era mi jefe tenía 20 años de experiencia. Esta fue información ultrasecreta que compartió conmigo y que voy a compartir con ustedes”, comienza diciendo en el video la mujer. @angelariihiluoma i was shocked to learn this ? #hotelroom #hotelcleaning #cleantok #travel #traveltiktok #TakingCareOfBiz ? Oh No – Kreepa “Nunca, nunca jamás utilices la máquina de café en una habitación de hotel porque aparentemente a algunas personas les gusta usarlo como urinario, así que no me importa lo adicto que seas al café, no toques la cafetera”, advirtió Angela.A continuación, la joven pidió “no utilizar los vasos que ponen en el baño”. “Las amas de llaves solo tienen un tiempo limitado para preparar una habitación y, la mayoría de las veces, simplemente le pasan un limpiador. Ni siquiera los lavan”. En otro video, continua con las advertencias. “No utilices las hieleras, a menos que estén protegidos con plástico. A la gente le gusta usarlos como cubos de vómito o como urinarios. ¿Por qué? ¡Hay un baño!”.La motivadora frase con la que una mujer revirtió su vida y logró convertir en éxito su proyecto“Siento que en este punto todos saben que no deben usar la cubierta superior de la cama. Solo tirala al suelo”, aseguró. Riihiluoma no solo se centró en las cosas que no debes usar durante tu estadía en un hotel, sino que también enumeró un par de cosas que hay que llevar. “Cada vez que pedís pantuflas te vas a dar cuenta que no son blancas porque los pisos están sucios”, dijo y dio un detalle perturbador: “Parece ser que es extremadamente común que la gente haga el número dos en la ducha”.
Fuente: La Nación