Un grupo de especialistas creó la primera base de datos moleculares para la caracterización del germoplasma de arroz que se comercializa en el país.
Este trabajo sin antecedentes fue desarrollado por el Inta y el Inase, en conjunto con algunas empresas del sector privado.
El objetivo de este avance es fortalecer el comercio de semilla legal y también reúne información sobre los cultivares comercializados en los últimos 50 años en la Argentina.
“En la actualidad, el análisis de secuencias de ADN es la metodología más precisa para identificar individuos de una misma especie”, explicó José Colazo, especialista del INTA, y añadió: “Si bien se trata de una herramienta que se usa en otros cultivos, como soja y algodón, su aplicación en arroz es toda una novedad”.

La tecnología chip C7AIR- Cornell-IR LD Rice Array es la que permitió el desarrollo de este trabajo.
“Mediante el uso de un soporte comercializado por la empresa Illumina, formado por nano-pocillos donde se depositan cuentas de sílice recubiertas con sondas, se pueden detectar las diferencias en las secuencias de ADN de los cultivares”, informó Colazo.
Según expresó el especialista del Inta, esta herramienta reúne los marcadores moleculares más informativos de chips anteriores y permite identificar todos los subgrupos de las poblaciones de arroz existentes en el mundo.
Estas características, según Colazo, son de las más avanzadas en genotipado de arroz y podrían ser utilizadas a escala global.

“En nuestra colección de referencia, obtuvimos 6173 marcadores moleculares que serán de utilidad para conocer la diversidad genética de nuestros materiales”, señaló Colazo y aseguró que “su puesta en práctica será de mucha utilidad en programas de mejoramiento genético”.
Actualmente, el especialista del Inta trabaja en conjunto con otros científicos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales para llegar a un set de marcadores moleculares que permitan identificar las variedades de arroz comercializadas en el país.
“A futuro, el objetivo es incorporar este tipo de descripción genética complementaria a las descripciones de los cultivares en el INASE e incorporarla a los futuros registros de variedades en el catálogo del Instituto”, concluyó Colazo.

Fuente: InfoCampo

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