Los sistemas lecheros demandan más agua que las otras actividades ganaderas, porque se usa para la preparación de la ubre, el lavado de pisos, corrales, equipo de ordeño, tanque de enfriamiento y el refrescado de la leche.
Según un estudio de la FAUBA, el pre-enfriado de la leche y la bebida animal son las actividades de mayor consumo de agua y constituyen entre el 50 y 90% del volumen diario. El caudal de agua que viene de estos procesos no presenta alteraciones en su calidad y se puede volver a usar en otras operaciones como la preparación de pezones y el lavado de pisos.
Otra de las opciones estudiadas es la reutilización del agua proveniente del intercambiador de calor a placas en el pre-enfriado de la leche.
Con respecto al agua de lavado de la ordeñadora y equipo de frío, se recomienda utilizar el agua del enjuague final en el enjuague inicial de la rutina de lavado siguiente. “Estas prácticas implicarían la reducción de unos 60 litros de efluentes por vaca y por día”, resalta el estudio.
El informe sugiere también prácticas para evitar una menor cantidad de deyecciones en los pisos de material de corrales y sala de ordeño para reducir el consumo de agua.
Las prácticas
Arrear el rodeo a su paso normal, sin apresuramiento. Esta práctica posibilita que una gran parte de las deyecciones tanto líquidas como sólidas se efectúe en los potreros y/o callejones.
Retener el rodeo entre 5 y 10 minutos en el callejón antes de su ingreso al corral de espera.
Evitar situaciones estresantes dentro del corral y sala de ordeño tales como rodeo muy comprimido, presencia de animales o personas extrañas, o rutinas de ordeño inadecuadas.
Mojar los pisos antes del ingreso de las vacas para limitar la adhesión de la bosta a los mismos.
Recolectar la bosta con rabasto y pala antes del lavado con agua.
Fuente: InfoCampo