Joaquín Duhalde Bisi, el joven que cuando conducía alcoholizado y sin registro por el Camino de los Remeros, en Tigre, protagonizó un choque donde murieron dos amigos que viajaban con él, continuará detenido. El juez de Garantías Diego Martínez, magistrado que interviene en el expediente, antes de resolver el pedido de morigeración de la prisión preventiva solicitó que la defensa presente una serie de estudios médicos y la historia clínica del imputado. Así lo informaron a LA NACION fuentes la tanto de la causa. La decisión fue tomada por el juez después de una audiencia donde participaron cada una de las partes: el imputado, el Ministerio Público Fiscal y Bettina Pinto y Guillermo Rossi, los padres de Franco, una de las dos víctimas mortales, quienes asumieron el rol de particulares damnificados.“En la audiencia, Duhalde Bisi pidió disculpas a los padres de las víctimas fatales y le dijo al juez que en caso de que se le otorgue la prisión domiciliaria no se fugaría y estaría a derecho”, explicaron las fuentes consultadas.El fiscal Sebastián Fitipaldi y el abogado Natalio Nicodemo, letrado que representa a los padre de Rossi, pidieron que se rechazara el planteo de la defensa.“El magistrado, luego de escuchar a todas las partes, resolvió solicitar a la defensa de Duhalde Bisi que acompañe estudios e historias clínicas de los motivos expuestos en cuanto a los padecimientos del imputado de celiaquía y asma. Una vez que esté agregada dicha documental, el juez analizara realizar un peritaje médico para determinar si sobre dichas patologías concede o no la prisión domiciliaria”, dijeron las fuentes al tanto de la audiencia.El hecho ocurrió a comienzo de mayo pasado cuando Duhalde Bisi, después de un encuentro en su casa, decidió llevar a sus amigos a sus casas en Audi A4. Cuando circulaba por el Camino de los Remeros, el joven perdió el control del auto y chocó contra un guard-rail.Como consecuencia del impacto, Rossi y Joaquín Alimonda murieron en el acto. El conductor y un cuarto pasajero, Mateo Lezama, se salvaron de milagro.El test de alcoholemia determinó que el imputado de doble homicidio con dolo eventual conducía con 1,39 miligramos de alcohol en sangre; el máximo permitido es de 0,50.

Fuente: La Nación

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