TOKIO.- Como la mayoría de las gimnastas olímpicas, Sunisa Lee ha tenido que enfrentarse a situaciones de gran presión desde que era joven, y normalmente lo ha manejado bien: cuando tenía 12 años, su padre, John, le prometió un iPhone si ganaba el all-around en un encuentro para gimnastas de pre élite. Lo consiguió.Pero esa presión se transformó en algo totalmente diferente -menos competitivo, mucho más personal- menos de una semana antes de la primera aparición de Lee en los campeonatos estadounidenses senior. El 4 de agosto de 2019, John Lee se cayó de una escalera mientras ayudaba a un amigo a podar unas ramas de un árbol. Paralizado del pecho hacia abajo, se moviliza en una silla de ruedas.Sunisa Lee, primera desde la izquierda, en el podio tras ganar la medalla plateada con el equipo norteamericano (Natacha Pisarenko/)Tras ser convencida por su padre para que compitiera en el encuentro a pesar de su accidente, Lee salió y ganó el oro en las barras asimétricas y quedó segunda detrás de Simone Biles en el all-around, y su camino hacia el equipo olímpico de Estados Unidos quedó trazado. Dos años después, en Tokio, con Biles fuera de la competición individual de gimnasia general femenina, Lee es ahora la principal esperanza de Estados Unidos para conseguir una quinta medalla de oro olímpica consecutiva en la prueba.Lee, de 18 años y oriunda de Minnesota, quedó tercera en la clasificación de la prueba general, por detrás de Biles y de la brasileña Rebeca Andrade. También se clasificó para las finales por aparatos en las barras asimétricas -su especialidad-, el domingo, y en la viga, el martes, y su éxito no ha sorprendido a quienes han seguido su progresión.“En cuanto llegó al gimnasio, era evidente que era especial”, dijo Jeff Graba, cofundador del Centro de Entrenamiento del Medio Oeste, en Minnesota, donde Lee aprendió las técnicas, y que ahora es el entrenador jefe de la Universidad de Auburn. “En nuestro deporte, se nota. La relación fuerza-peso. La flexibilidad. Tenía todo el paquete”.Toda la plasticidad de Sunisa Lee en la barra de equilibrio (Cheng Min/)Lee, que asistirá a la Universidad de Auburn y competirá allí en otoño, es la primera estadounidense de ascendencia hmong que compite en los Juegos Olímpicos. Sus padres nacieron en Laos y emigraron a Estados Unidos cuando eran jóvenes. “Mucha gente no entiende a los hmong ni que hemos tenido una vida muy dura para llegar a los Estados Unidos”, dijo a ESPN su padre, que sirvió en la Marina estadounidense. “Se mete en la misma bolsa a muchos grupos de asiáticos. ¿Has visto la película con Clint Eastwood, ‘Gran Torino’? Estaba basada en el pueblo hmong, y aún así nadie lo sabe. Quizá gracias a Sunisa, la gente nos conozca”.El gimnasio de Lee, en Minneapolis, tuvo que cerrar temporalmente durante la pandemia -su tía y su tío fallecieron con 13 días de diferencia tras contraer Covid-19- y ella se rompió el pie izquierdo poco después de reabrir en junio de 2020. Pero en los campeonatos nacionales de junio de este año, Lee terminó segunda en el all-around por detrás de Biles, primera en las barras asimétricas y segunda en la viga de equilibrio, con lo que se ganó oficialmente un puesto en el equipo olímpico de Estados Unidos.Lee tuvo una actuación encomiable después de que Biles abandonara la competición por equipos el martes. Consiguió una puntuación máxima de 15,4 en su rutina de barras paralelas, que fue calificada como la más difícil posible, y clavó sus rutinas en la viga y el suelo (esta última como sustituta de Biles en el último segundo).Fue “la mayor presión que he sentido en mi vida”, dijo.Biles no se sorprendió. “Es increíble”, dijo. “Tuvo un toque de 30 segundos [tiempo de entrenamiento], lo que sólo demuestra lo increíble y bien entrenada que está y lo valiente e inteligente que es cuando entrena”.

Fuente: La Nación

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