Iban 34 minutos de juego del segundo tiempo. La selección argentina de fútbol debía hacer dos goles para evitar su eliminación de Tokio 2020. Martín Payero, jugador de Banfield, se internó en el área de España con la pelota. La pelota dio en Mikel Merino, capitán de los europeos, que barrenó como si estuviera en la competencia de surf para evitar el gol argentino.El balón impactó contra el brazo derecho del español, que servía de apoyo. El izquierdo, al aire, lucía extendido. Los argentinos reclamaron penal al instante. El árbitro norteamericano Ismail Elfath esperó a que la fase de ataque terminara. Se concentró en lo que le decían desde el VAR y, acto seguido, hizo un ademán para indicar que el brazo de Merino estaba en posición natural y sin ampliación de volumen, que es lo que la regla juzga para considerar infracción. El VAR coincidió con el árbitro principal y no aconsejó revisar la jugada. Consideró que la decisión era la correcta.La jugada en la que Argentina pidió penalFernando Batista, el entrenador del equipo olímpico argentino, prefirió centrarse en el proyecto de selecciones juveniles antes que protestar por una jugada o lamentarse por una eliminación temprana. “No fue una decepción, para nada. Tengo bronca y tristeza, pero estoy orgulloso de los jugadores que vinieron acá”, sostuvo el Bocha en conferencia de prensa luego del partido.El DT argentino agregó, según se lee en el perfil de Twitter del seleccionado (@Argentina): “Nosotros estamos trabajando en un proyecto. Lógicamente teníamos el sueño de llegar lo más lejos posible, pero esto no termina acá. El camino inició hace cuatro años en selecciones juveniles”. La competencia olímpica no obliga a los clubes a ceder futbolistas, por lo que la Argentina acudió a Tokio con un equipo inferior en nombres a quienes podía haber convocado, porque no fueron prestados por sus equipos.La desazón del capitán argentino, Nehuén Pérez, tras la eliminación del seleccionado olímpico de fútbol luego de empatar 1-1 con España. (Martin Mejia/)El arquero Jeremías Ledesma, de hecho, fue el único mayor de 23 años que integró el conjunto argentino. Futbolista de Cádiz (España) formado en Rosario Central, también habló ante la prensa luego de la eliminación tras el empate con España. “Fue una experiencia maravillosa donde he aprendido mucho. Sirvió para madurar de cara lo que se viene. Esto es un proyecto que no termina acá”, dijo el arquero. Y agregó: “Espero haber estado a la altura de las circunstancias. En lo personal estoy enormemente agradecido”.
Fuente: La Nación