WASHINGTON.- Siempre alerta a los acontecimientos en Cuba, Estados Unidos brindó ayer las primeras muestras de respaldo a las manifestaciones que despuntaron en la isla, y el gobierno de Joe Biden envió una señal temprana al hablar de “protestas pacíficas”, y reconocer los esfuerzos del pueblo cubano que se movilizaba ante el golpe de la pandemia y la escasez de medicamentos. “Crecen protestas pacíficas en Cuba, el pueblo ejerce su derecho de reunión para expresar su preocupación por el aumento de los casos y muertes por COVID y escasez de medicamentos. Reconocemos los esfuerzos del pueblo cubano organizando donaciones para ayudar a sus compatriotas”, dijo en Twitter Julie Chung, la subsecretaria Interina del Departamento del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, la diplomática de mayor rango para la región del gobierno de Biden. Peaceful protests are growing in #Cuba as the Cuban people exercise their right to peaceful assembly to express concern about rising COVID cases/deaths & medicine shortages. We commend the numerous efforts of the Cuban people mobilizing donations to help neighbors in need.— Julie Chung (@WHAAsstSecty) July 11, 2021El gobierno de Biden mantiene una relación dura y tensa con Cuba. Biden fue uno de los protagonistas del descongelamiento de Barack Obama a la isla en 2016, pero ahora su prioridad está en Centroamérica y su administración ha enviado señales de endurecimiento a La Habana. El último informe sobre la trata de personas del Departamento de Estado criticó las misiones médica de Cuba al exterior por la pandemia al afirmar que había “fuertes indicios de trabajo forzoso”. Biden también mantuvo a Cuba en la lista de países que amparan el terrorismo Irán, Corea del Norte, Siria y Venezuela, una decisión que desató la furia del gobierno de Miguel Díaz-Canel. La Casa Blanca ha dicho que un giro en la política hacia Cuba no está entre las prioridades, y que la relación se regirá por dos principios, el apoyo a la democracia y los derechos humanos, con un foco en el empoderamiento del pueblo cubano para determinar su propio futuro, y una filosofía de que los estadounidenses, en especial los cubano-norteamericanos, son los mejores embajadores de la libertad y la prosperidad. Reacciones en FloridaA la primera reacción del Departamento de Estado se sumaron las primeras reacciones de la oposición republicana, que, como era de esperar, llegaron desde el estado más cercano a la isla: Florida. El senador Marco Rubio, uno de los republicanos más influyentes del Congreso a la hora de tocar temas de política exterior, dijo que le pedirá a Biden y al secretario de Estado, Antony Blinken, que le pidan a los miembros del ejército cubano que no disparen contra su pueblo. “El incompetente partido comunista de Cuba no puede alimentar al pueblo ni protegerlos del virus. Ahora los militares deben defender al pueblo, no al partido comunista”, dijo Rubio en Twitter. El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, una figura que ha comenzado a ganar relevancia entre los republicanos y a quien se menciona como un eventual presidenciable para 2024, también respaldó las protestas. “Florida apoya al pueblo de Cuba en su salida a las calles contra el régimen tiránico de La Habana. La dictadura cubana ha reprimido al pueblo de Cuba durante décadas y ahora está tratando de silenciar a quienes tienen el coraje de hablar en contra de sus desastrosas políticas”, dijo.
Fuente: La Nación