(Agrega detalles, contexto y citas)KABUL, 10 ago (Reuters) – Los combatientes talibanes
reforzaron el martes su control sobre el territorio capturado en
Afganistán, mientras los civiles se escondían en sus casas y un
comandante progubernamental prometía luchar hasta la muerte para
defender Mazar-i-Sharif, la mayor ciudad del norte.El presidente afgano, Ashraf Ghani, hizo un llamamiento a
los líderes regionales para que apoyen a su gobierno tras una
impresionante serie de avances de los talibanes, mientras las
fuerzas encabezadas por Estados Unidos se retiran y una
autoridad de la ONU dijo que las ventajas logradas en los
derechos humanos en los últimos 20 años corren riesgo de ser
borrados.En la capital, Kabul, asesores de Ghani dijeron que está
buscando ayuda de milicias regionales a las que se enfrentó
durante años para que acudan en defensa de su gobierno. También
apeló a los civiles para que defiendan el “tejido democrático”
del país.En la localidad de Aibak, capital de la provincia de
Samangan, situada en la carretera principal entre Mazar-i-Sharif
y Kabul, los combatientes talibanes estaban consolidando su
control, avanzando hacia los edificios gubernamentales, según
los residentes. La mayoría de las fuerzas de seguridad del
gobierno parecían haberse retirado.”La única forma es un arresto domiciliario autoimpuesto o
hallar una forma de salir hacia Kabul”, dijo Sher Mohamed Abbas,
un funcionario provincial de impuestos, al ser preguntado sobre
las condiciones de vida en Aibak. “Pero ni siquiera Kabul es una
opción segura ya”, dijo Abbas, único sostén de una familia de
nueve.Abbas dijo que los talibanes llegaron a su oficina y les
dijeron a los trabajadores que se fueran a casa. Él y otros
residentes dijeron que no habían visto ni oído combates el
martes.Durante años, el norte fue la parte más pacífica del país,
con una mínima presencia de los talibanes. La estrategia de los
militantes parece ser tomar el norte, así como los principales
cruces fronterizos en el norte, oeste y sur, y luego acercarse a
Kabul.Los talibanes, que luchan para derrocar al gobierno
respaldado por Estados Unidos y reimponer la estricta ley
islámica, entraron en Aibak el lunes, encontrando poca
resistencia.El gobierno ha retirado fuerzas de distritos rurales
difíciles de defender para concentrarse en mantener importantes
centros de población, mientras las autoridades piden aumentar la
presión sobre el vecino Pakistán para detener los refuerzos y
suministros talibanes que fluyen a través de la porosa frontera.
Pakistán niega estar prestando apoyo a los talibanes.Estados Unidos ha estado lanzando ataques aéreos en apoyo de
las tropas gubernamentales, pero dijo que depende de las fuerzas
afganas defender su país. “Es su lucha”, dijo a los periodistas
John Kirby, un portavoz del Pentágono, el lunes.Autoridades talibanas y gubernamentales han confirmado que
los islamistas invadieron seis capitales de provincia en los
últimos días en el norte, el oeste y el sur.Unos 400.000 afganos han sido desplazados en los últimos
meses y ha habido un aumento en el número de personas que huyen
a Irán en los últimos 10 días, dijo un alto funcionario de la
Unión Europea.Los talibanes controlan el 65% del territorio afgano,
amenazan con tomar 11 capitales provinciales y buscan privar a
Kabul de su tradicional apoyo de las fuerzas del norte, dijo el
funcionario.(Reporte de Redacción en Afganistán; reporte adicional de Emma
Farge en Ginebra y Sabine Siebold y John Chalmers en Bruselas;
editado en español por Michael Susin y Carlos Serrano)
Fuente: La Nación