Marta Echezarreta se despertó a las tres de la mañana porque escuchó ruidos en el techo de su casa. Lo primero que pensó era que habían entrado ladrones. Pero como Marta es ciega no podía darse cuenta de dónde provenían los golpes y el ruido a chapa.De repente sintió una ráfaga de viento en la cara. Asustada salió de su casa lo más rápido que pudo, para pedir auxilio. Una vecina la escuchó y llamó a la policía. Ahí le informaron que una de las paredes de su living se había derrumbado por completo. “No me podía imaginar semejante cosa. Estoy muy angustiada, no sé qué voy a hacer ahora”, le contó Echezarreta a LA NACION.El derrumbe ocurrió en Aguilar 2867, en Colegiales. La dueña de la casa, Marta, tiene 76 años, vive sola, es ciega e insulinodependiente. Al lado de su propiedad había una construcción a cargo del estudio de arquitectura Hazan y Zoberman, que tenía una habilitación para construir otorgada por el gobierno porteño.Según informó la damnificada, el arquitecto Pablo Hazan le aseguró que se iba a hacer cargo de conseguirle una vivienda temporal y una asistente que la acompañe las 24 horas, hasta que le reconstruyan la casa.”Yo ya había hablado con el arquitecto como unas 50 veces, porque hace tres meses apareció una rajadura en mi living y escuchaba temblar los vidrios. Pero siempre me aseguró que estaba todo bien. Yo no entiendo como puede tener una habilitación y que al mismo tiempo pase esto”, señaló, angustiada, Echezarreta.Según informó un vocero de la AGC, el organismo responsable de las habilitaciones había realizado dos inspecciones en la etapa de excavaciones (enero y febrero pasado), y no se habían encontrado irregularidades. De acuerdo con los peritajes realizados por este organismo, el derrumbe se produjo como consecuencia del temporal del lunes pasado, y ahora resolvieron clausurar la obra.El living, en la planta baja de la casa de dos pisos, quedó prácticamente al aire libre, ya que la pared lateral de la planta baja se derrumbó por completo.”De pura suerte no me caí por el agujero cuando bajé de mi habitación, porque fui directo para la puerta. Pero si hubiera intentado apoyarme en la pared, me podría haber caído”, contó Echezarreta.”Estoy destruida, yo vivo ahí desde hace 20 años. Me mudé cuando me quedé ciega y aprendí a moverme ahí, estaba acostumbrada. No tengo familia, soy ciega, necesito insulina, pero acá vivía bien. Ahora no sé qué voy a hacer.”Su vecina, Beatriz González Martín, la invitó a quedarse en su casa por el día, hasta que le terminen de amueblar el departamento temporario que le va a proveer Hazan.Al lugar de los hechos concurrieron Defensa Civil y trabajadores de los programas Proteger y Buenos Aires Presente, ambos dependientes del Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad de Buenos Aires, que la ayudaron a conseguir una asistente y a coordinar todos los detalles del arreglo y la mudanza con el arquitecto.ClausuraA partir de este derrumbe, la Agencia Gubernamental de Control clausuró la obra en construcción de Aguilar 2867. Esta medida, cuyo número de registro es 1260305/09 y que tiene como arquitectos responsables al estudio Hazan y Zoberman, fue dispuesta por la Dirección de Fiscalización y Control de Obras de la AGC.Este organismo informó que “de acuerdo con las pericias realizadas, el derrumbe de la medianera se habría producido por la gran cantidad de agua caída anteayer en el predio donde se realizaba la excavación”.Una madrugada de angustiaLa mujer, no vidente, corrió y pidió ayudaMarta Echezarreta / Víctima del derrumbe “Hablé tres veces con el arquitecto de la obra de al lado y me dijo que estaba todo bien. Pero yo pude haber muerto”

Fuente: La Nación

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