Atrás quedó la polémica, el escándalo por la descalificación y el maltrato que sufrió en las redes tras el programa Bake Off Argentina (Telefe). Hoy, Samanta Casais (30) tiene motivos para sonreír. La exparticipante del reality show de cocina se convirtió en mamá de Juan Ignacio, fruto del amor con su novio.Dalma Maradona le dedicó una ácida frase a su excuñado, el Kun Agüero: “Me tiene muy preocupada”En coincidencia con el Día de San Valentín, Samanta Casais había anunciado que en seis meses se convertiría en madre. “¡Pastelito en el horno!”, había asegurado en febrero. Esta semana, la ex Bake Off Argentina y su prometido Juan Cruz Recchimuzzi se convirtieron en padres de Juan Ignacio.Con estas tres imágenes, Samanta Casais develaba en mayo el nombre de su primer hijo: Juan Ignacio (Instagram @SamiCasais/)Si bien el nombre del nene ya había sido develado por la pastelera desde su cuenta de Instagram, había gran expectativa por la llegada del primer hijo de la pareja. Y fue la abuela del bebé la encargada de presentarlo en sociedad.Video: Sebastián Yatra fue detenido y esposado en Miami, pero sus fans no saben qué pensar“¡Vida de mi vida! ¡Ta amo, Juani!”, escribió este lunes Susana Mendoza, mamá de Casais, en una story. En la imagen se puede ver al bebé recién nacido vestido con un gorro, un chaleco y una mantita con diseño de estrellas que lo protege del frío.La story de Instagram con la que Juan Ignacio, el hijo de Samanta Casais fue presentado en las redes sociales (Instagram @SusanaMendoza30/)Pocos días atrás, Casais había compartido con sus seguidores que el nacimiento de su hijo era algo inminente. Creer o reventar, la nueva luna parece que cumplió con la tradición y colmó de felicidad a la familia de la ex Bake Off Argentina.Ámbar, la hija de Juana Viale, se muda a París y la conductora viajará para acompañarla“3, 2, 1. ¿Días u horas, Juani? No lo sabemos. Solo sabemos que acá te esperamos con una ansiedad terrible. Todo empezó su curso. Te amamos tanto, mamá y papá”, había escrito Casais a comienzos de agosto. Hoy, la pastelera ya reboza de felicidad de haber conocido a su “pastelito” más preciado.

Fuente: La Nación

Comparte este artículo en: