El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha recibido este lunes en Moscú a su homóloga sudanesa, Mariam al Madhi, con la que ha abordado las negociaciones para el establecimiento de una base naval rusa en el mar Rojo.Lavrov ha anunciado que los parlamentos de ambos países van a iniciar el proceso de ratificación para la construcción de la base. Al Mahdi ha explicado al respecto que los diputados examinarán el documento teniendo en cuenta la relación del país africano con Rusia y de los intereses estratégicos de ambos países, según recoge la agencia de noticias Interfax.El presidente ruso, Vladimir Putin, solicitó al Parlamento autorización para destinar a hasta 300 personas en la base para dar apoyo material y técnico a los buques de guerra. Esta cifra solo podría incrementarse previa consulta con la aprobación del Gobierno sudanés.El proyecto de ley prevé el atraque de hasta cuatro buques de guerra para su estacionamiento y reabastecimiento en cualquier momento que sea necesario, incluidos buques de motor nuclear.Además servirá de centro logístico y de mantenimiento para los buques rusos y según Moscú tiene objetivos meramente defensivos y no tiene intención de amenazar a ningún Estado más.Presencia de eeuu en asia centralDurante la comparecencia, Lavrov ha asegurado que Estados Unidos trata de mantener su presencia militar en la región centroasiática después de su retirada de Afganistán para mantener así su influencia en la zona.”Al parecer los estadounidenses buscan mantener su presencia militar en esta región para poder influir en la situación”, ha afirmado Lavrov, que se ha planteado el objetivo de estos militares cuando “con 100.000 militares de la OTAN no han conseguido “hacer nada en 20 años”.En cuanto a la posibilidad del despliegue de fuerzas estadounidenses en Kazajistán, Tayikistán o Uzbekistán, países que integran la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), en la que también participa Rusia, Lavrov ha indicado que será la propia organización la que decida al respecto, aunque ha expresado su opinión al respecto. “No creo que la aparición de nuevas bases militares estadounidenses en Asia Central responda a los intereses de seguridad en la región”, ha apuntado.

Fuente: La Nación

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