El fallecimiento inesperado el jueves 20 de mayo de Rubén García, presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), conmocionó al sector de comercio exterior de la Argentina. García, licenciado en Comercio Internacional, ejerció como Secretario de la CIRA durante más de dos décadas y mantuvo el cargo de Presidente de la entidad desde 2016. El dirigente empresario sufrió un problema neurológico días atrás y tuvo que ser internado en el Fleni, donde finalmente se produjo su deceso.Desde el año 1965 se especializó en el área de Comercio Exterior, ocupando cargos de relevancia en reconocidas empresas argentinas como Bunge & Born, Manuli Packaging Argentina y Cámara Argentina de Comercio, entre otras organizaciones.Como resultado de su actividad, desarrolló una extensa red de contactos con referentes en el ámbito de la economía, la diplomacia, el comercio internacional y la política; además, por su forma audaz a la hora de analizar la actualidad del sector comercial local, regional y global, García se convirtió en un referente y una valiosa fuente de información.Como mantra, en cada intervención, García repetía que “el 80% de las importaciones que ingresan a la Argentina están destinadas a la industria: se trata de insumo para producir”, y explicaba que “no es un dato positivo que caigan, se demoren o retengan las importaciones”.“Si miramos nuestro récord de comercio exterior que fue en 2011, con más 84.000 millones de exportaciones y más de 73.000 millones en importaciones, evidentemente, la Argentina tiene mercado, pero con una economía que no tiene consumo interno desde 2018, el panorama es muy complejo”, opinó García en diálogo con La Nacion, días atrás, al analizar la realidad del sector tras conocerse que más de 500 empresas iniciaron acciones contra el Estado por la demora en la aprobación de licencias no automáticas de importación.En su último mensaje institucional, el titular de la CIRA expresó: “La realidad histórica marca que las importaciones han evolucionado en relación al contexto histórico, político y económico”.“Sería impensable -continuó- tratar de describir el crecimiento económico de la Argentina sin señalar el vínculo de ese proceso con el comercio exterior, las importaciones, como herramienta básica en el diseño del modelo de desarrollo y el puente tendido entre Argentina y el mundo a través del abastecimiento de los bienes necesarios para mantener activa la rueda de la producción interna”.Sus colegas valoraron su “vocación por la docencia y la transmisión del conocimiento a las nuevas generaciones”. •
Fuente: La Nación