Un abogado encontró un tesoro histórico mientras revisaba el altillo de su nueva casa. El hombre halló una colección de fotografías antiguas, que saldrán a la venta en una subasta y fueron valuadas en más de 100.000 dólares.Convierten un búnker de la Segunda Guerra Mundial en una casa escondida en el bosqueDavid Whitcomb, oriundo de Ontario en Canadá, compró la propiedad de tres plantas en diciembre pasado con la intención de ampliar su oficina. Cuando exploraba el último piso de la vivienda, descubrió un ático sellado y, al ingresar, halló cientos de objetos de un estudio fotográfico de principios del siglo XX.Entre los increíbles objetosLas ofertas iniciales del remate oscilan entre 25 y 5000 dólares (David Whitcomb/) antiguos, el abogado encontró una enorme cantidad de imágenes, marcos, negativos y equipos que pertenecieron al fotógrafo James Ellery Hale, quien trabajó en la ciudad entre 1892 y 1920.Según informó el periódico Democrat & Chronicle, una de las piezas más destacadas de la colección es un retrato enmarcado de la feminista y sufragista Susan B. Anthony, una de las pioneras en la lucha por establecer el voto femenino en Estados Unidos.La imagen de la mujer está enmarcada y es uno de los 350 lotes disponibles que saldrán a la venta en la subasta que se realizará el próximo mes. En total, la colección supera los 1000 artículos, incluidos varios artefactos que Whitcomb guardó para sí mismo.Publicó el ticket de una cena para quejarse del precio pero un detalle odioso lo hizo viralLa subasta, que se celebrará de manera personal y también online, está prevista para el 18 de septiembre. Las ofertas iniciales oscilan entre 25 y 5000 dólares. Y la noche anterior al remate, habrá una jornada de puertas abiertas para que los interesados puedan observar los objetos con detenimiento.La propiedad, ubicada en el número 35 de la calle Seneca, estaba repleta de fotografías antiguas, cuadros enmarcados y equipos de fotografía. “Es impresionante pensar que todo este material estaba en el altillo y que lo bajamos en su totalidad. La idea de que estaba todo ahí, perdido para la historia, y que sobrevivió a un incendio en el edificio de al lado en 1980. Es único”, aseguró Whitcomb.Las cartas centenarias y los paquetes escondidos en el altillo demostraron que todos los objetos pertenecieron Hale, un fotógrafo que se hizo famoso por sus retratos de líderes del movimiento sufragista, incluida la foto de Anthony que fue tomada en noviembre de 1905, justo algunos meses antes de su fallecimiento.Whitcomb contó el detalle del singular hallazgo al indicar que el dueño anterior de la propiedad había instalado un techo abatible que luego fue sellado. Esa acción dejó el ático cerrado junto su contenido. “En ese momento, alguien tomó la decisión de dejar el equivalente a un estudio fotográfico completo, allí arriba y simplemente sellarlo. Es alucinante”, dijo Whitcomb.El abogado indicó que la subasta llevó muchos meses de preparación y que fue “mucho trabajo y mucha diversión”. A lo largo del proceso, Whitcomb aseguró que conoció “algunas personas muy interesantes y apasionadas” en campos como la historia, los museos y los expertos en fotografía.La mayoría de los objetos recuperados se trasladaron rápidamente a un anticuario y, además, un fotógrafo reveló las 50 placas de vidrio que aún estaban intactas. Algunas de esas fotografías se venderán junto con los negativos de cristal en el remate.Aseguran que un OVNI escoltó a un avión de Aerolíneas Argentinas desde Ezeiza hasta Río GrandeAaron Kirvan, de empresa de subastas One Source Auctions, consideró que la colección podría alcanzar los 100.000 dólares aunque no estaba seguro de la cifra final porque “varios artículos son únicos”.Al respecto, el propio Whitcomb manifestó: “Es muy difícil estimar el valor de esta colección porque no existe nada igual. Como dijo un experto en fotografía, es como abrir una tumba en Egipto que no nunca fue abierta ni asaltada previamente. En el campo de la fotografía, es abrir una cápsula del tiempo en el apogeo de ese arte y antes de que todo el mundo tuviera una cámara de mano y existieran las fotos instantáneas”.
Fuente: La Nación