Una historia trascendió fronteras y se convirtió en titular de diarios a lo largo y ancho del planeta a fines de los 90. Una que involucraba al primer mandatario de los Estados Unidos y a una becaria de la Casa Blanca de 22 años. Eran tiempos distintos, donde el movimiento #MeToo aún no existía. Cuando el affair entre Bill Clinton y Monica Lewinsky se hizo público, el político demócrata tuvo que admitir que había tenido relaciones inapropiadas con una joven que era empleada de la administración que encabezaba, aunque primero las había negado. Más de veinte años después, el escándalo vuelve convertido en una nueva entrega de la antología American Crime Story: Impeachment, que cuenta con la propia Lewinsky entre los productores de la ficción creada por Ryan Murphy. En los Estados Unidos se estrenará el próximo 7 de septiembre, por el canal FX, mientras que América latina aún no hay fecha confirmada, aunque es posible que arribe a nuestras pantallas desde la flamante plataforma Star+.Basada el el libro de Jeffrey Toobin A Vast Conspiracy: The Real Story of the Sex Scandal that Nearly Brought Down a President (“Una vasta conspiración: la verdadera historia del escándalo sexual que casi derrocó a un presidente”), la ficción sucede a las entregas previas del ciclo de Murphy, quien ya dedicó una temporada al juicio contra de O. J. Simpson, en 2016, y luego al asesinato de Gianni Versace, en 2018.Mientras que Monica Lewinsky al principio dudó en ser parte del proyecto, luego entendió que tenía que hacerlo para poder contar su propia historia tras dos décadas de “el caso Lewinsky”. “Estaba indecisa y, sinceramente, un poco asustada de firmar. Pero después de una larga reunión con Ryan, llegué a comprender aún más claramente cuán comprometido está en dar voz a los marginados en todo su brillante trabajo. Tengo el privilegio de trabajar con él y con las otras personas talentosas del equipo, y tengo el privilegio de tener esta oportunidad”, expresó a través de un comunicado al que tuvo acceso Vanity Fair tiempo atrás.Bill Clinton y Monica Lewinsky en el Salón OvalHace algunos años, Lewinsky concedió una extensa entrevista para un documental centrado en su historia, que se emitió por A&E, que se tituló, The Clinton Affair, “corrigiendo” el nombre con el que se le había bautizado la relación en desmedro de la responsabilidad de quien era el hombre más poderoso del planeta. “Para seguir adelante con mi vida tengo que asumir riesgos, tanto profesionales como emocionales. Una parte fundamental de este proceso es profundizar, muchas veces de forma dolorosa, en lo que sucedió antes. Cuando a los políticos se les preguntan cuestiones incómodas se excusan argumentando que eso pertenece al pasado. Es verdad. Ahí es exactamente desde donde debemos comenzar a recuperarnos, desde el pasado. Aunque no es nada fácil”, aclaró la exbecaria.Quién es quiénMientras que el actor británico Clive Owen (Gosford Park, Hijos de los hombres, The Knick), se pondrá en el cuerpo de Clinton, Beanie Feldstein (Lady Bird, Booksmart: la noche de las tragas) tendrá el desafío de interpretar a Lewinsky; en tanto Sarah Paulson (actriz fetiche de Murphy, conocida por sus papeles en Ratched, 12 años de esclavitud, Carol, Bird Box y American Horror Story así como la fiscal del caso OJ Simpson) será Linda Tripp, la confidente de la becaria quien grabó sin que ésta lo supiera conversaciones telefónicas en las que se refería a su relación sexual con el presidente, que resultaron pruebas cruciales en el caso; murió en 2020. Edie Falco (Los Soprano) interpretará a Hillary Clinton.En las imágenes con las que se presenta la serie pueden verse los pasillos de la Casa Blanca, una joven secretaria que camina hacia el Salón Oval. Se escucha la voz de su amiga Linda hablando con los medios sobre esta relación extramatrimonial y dando a conocer una docena de conversaciones grabadas en cassette en la que Lewinsky da detalles de esta relación. Antes, la presentación del lugar en el que transcurrirá la acción: “Ustedes van a trabajar en el ala oeste. Desde esta mañana van a estar trabajando junto a las personas que manejan el mundo. Por favor, sean profesionales”, dice una voz en off mientras se ve un intercambio de sonrisas entre los protagonistas del affaire que escandalizó al mundo.“La vas a perder como amiga”, le avisan a Linda y ella contesta: “Ya hice las paces con eso”. “La prensa la va a destruir”, sentencia otra voz al hablar de qué pasará con la becaria cuando todo salga a la luz y más tarde se muestra la conferencia de prensa en la que Clinton niega inicialmente haber tenido relaciones sexuales con Monica.La historia realLewinsky, graduada en psicología en la Universidad Lewis & Clark, fue contratada como pasante en la Casa Blanca, en 1995, durante el primer mandato de Clinton. Más tarde, fue empleada de la Oficina de Asuntos Legislativos de la Casa Blanca. Tenía 22 años y trabajaba como secretaria del presidente, con quien mantenía una relación muy estrecha, cuya verdadera naturaleza era un secreto a voces en la administración, motivo por el cual Monica fue trasladada al Pentágono. Sin embargo, esta mudanza para acallar los rumores no evitó que la relación fuera dada a conocer al público en 1998 en el sitio Drudge Report, desde donde llegó a las páginas de The Washington Post. El mismo Clinton decidió dar una conferencia de prensa para negar todo. “Quiero decirle una cosa al pueblo norteamericano. Quiero que me escuchen, voy a decirlo de nuevo: no tuve relaciones sexuales con esa mujer, la señorita Lewinsky. Yo nunca le dije a nadie que mintiera, ni una sola vez. Nunca. Estas alegaciones son falsas. Y ahora necesito volver a trabajar para el pueblo norteamericano. Gracias”, dijo.Las pruebas, desde el famoso vestido azul que había recomendado Tripp a su amiga que guardara y no lavara (tenía restos de semen) a las 20 horas de grabaciones que recopiló con testimonios de la pasante, hicieron que el presidente tuviera que confesar y más tarde fue el primer juicio político -desde 1968- al que fue sometido un presidente, el famoso impeachment del título. Si bien logró ser exonerado, recibió una multa de 90.000 dólares por brindar falso testimonio.No fue el primer escándalo sexual del presidente Clinton: ya había sido denunciado por la empleada Paula Jones por abuso de poder y acoso sexual en 1991, cuando era el gobernador de Arkansas. La joven había afirmado que el político se había bajado los pantalones y pedido que le practicara sexo oral en una habitación. El presidente fue exonerado por la Justicia, un fallo que Jones apeló. Tras el escándalo de Lewinsky, Clinton compensó económicamente a Jones.El primer mandatario terminó su segundo mandato con alta popularidad, aunque muchos creen que todo este escándalo fue el motivo por el que Hillary, quien lo perdonó y no se separó de él a pesar de la infidelidad, perdió las elecciones contra Donald Trump en 2016, luego de ser senadora por Nueva York y secretaria de Estado de Barack Obama. “Si hoy me encontrase con Hillary Clinton creo que haría acopio de todo el valor que precisara para expresarle de nuevo lo mucho que lamento lo que sucedió -afirmó Lewinsky en 2018-. Lo sé con seguridad porque he hecho cosas mucho más difíciles desde 1998”.
Fuente: La Nación