Es un gran año para Federico Coria (29). No sólo porque recientemente logró consagrarse campeón del Challenger de Prostejov, en la República Checa –donde obtuvo premios por 66.640 euros en total y se posicionó en el puesto 103 del ranking mundial de la ATP–, sino también porque su novia, Florencia Gomes (27), lo pudo acompañar en su travesía. El hermano del reconocido tenista Guillermo “Mago” Coria está en pareja con Florencia desde fines de 2016, luego de haberla conocido en una fiesta por amigos en común. Como a la vieja usanza, su primera cita fue a tomar el té y al otro día fueron juntos al teatro a ver a Martín Bossi: “Al día siguiente se fue de gira por más de un mes, pero en ese tiempo hablamos por teléfono todos los días, y cuando volvió nos reencontramos y no nos separamos nunca más”, cuenta Flor a ¡Hola! Flor posa frente a la basílica de Sacré-Coeur de Montmartre. “Con las novias de los jugadores me llevo muy bien. Como soy hiperquinética,
me divierte compartir torneos también con ellas para hacer nuestros
planes cuando ellos están entrenando”, sostiene.Ella es licenciada en Recursos Humanos, recibida de la UADE, donde también hizo un posgrado en Gestión Operativa. Fiel a su entusiasmo por seguir formándose, en 2017 se mudó a Barcelona, donde hizo un nuevo posgrado, pero en Administración Empresarial, y donde comenzó a convivir con su enamorado, quien estaba en Europa compitiendo en torneos internacionales. Actualmente, trabaja a la distancia para una empresa petrolera de Estados Unidos, y hace ya dos años que conviven en un departamento en Capital Federal. “Los dos proyectamos una vida juntos. Nos ilusiona formar una familia y casarnos, pero hoy en día estamos enfocados en seguir formándonos cada uno en su carrera”, afirma.Junto al tenista rosarino en AustriaA pesar de que no se identifica con el deporte, en su tiempo libre se la puede ver andando en rollers con auriculares por la ciudad de Buenos Aires y ya puso a prueba sus habilidades sobre el polvo de ladrillo. “Con tres amigas estamos empezando a jugar al tenis. Hacemos dobles, pero sólo para divertirnos. Fede me dio algunas clases”, cuenta entre risas. Si bien tiene una figura privilegiada, Flor admite que no le gusta comer ensalada y que, al estar al lado de un deportista de primer nivel, muchas veces tiene que hacer un esfuerzo para comer sano y acompañarlo en su dieta estricta. “Fede tiene muchas cábalas. Cuando gana usa el mismo conjunto todos los partidos, repite la comida y no me deja moverme de la tribuna. Me enamoró su sentido del humor, y la pasamos muy bien estando juntos”, agrega.Con el trofeo del Challenger de Prostejov, en República Checa.La tapa de la revista ¡Hola! de esta semana. (Pilar Bustelo/)
Fuente: La Nación