SEÚL (AFP).- Desde hace tiempo ya la salud del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, es un tema de conversación mundial. En las últimas imágenes que se difundieron de él aparece más delgado, visiblemente cambiado, y varios especialistas aseguran que podría estar enfrentando una enfermedad. Pero esa no es la única preocupación: dado que la línea de sucesión en el país aún no fue anunciada, en caso de que le sucediera algo que lo inhabilitara para cumplir con sus funciones podría comenzar una crisis política en uno de las pocas naciones que cuenta con un programa nuclear.Hoy las alarmas por su estado cobraron nueva fuerza luego de que la televisión estatal norcoreana emitió un comentario de un ciudadano sobre el estado “demacrado” de Kim, algo muy inusual en un país donde hablar en público sobre la salud y la vida personal del líder siempre estuvo prohibido.El Gobierno justifica la limitación de vuelos que dejará varadas unas 1400 personas cada día“Ver a nuestro respetado secretario general con un aspecto demacrado es lo que más rompe el corazón de nuestra gente”, dijo el hombre, cuya identidad no se reportó. Asimismo, de acuerdo con lo publicado por la agencia Yonhap, aseguró que la gente está desconsolada hasta las lágrimas.La vida personal de Kim es un tabú para los medios de Corea del Norte pero este clip emitido la semana pasada, según los analistas, demuestra que las autoridades quieren utilizar el cambio de peso de Kim para reforzar la lealtad al régimen.¿Cuál sería el objetivo del régimen de Pyongyang? Utilizar la apariencia de Kim para glorificarlo, presentándolo como un líder “devoto y trabajador”, mientras el país lucha por hacer frente a un gran problema. “El mensaje que envía Pyongyang es que Kim es un líder que trabaja muy duro por su pueblo, hasta el punto de que se salta las comidas y pierde peso”, explicó Ahn Chan-il, un desertor que ahora es investigador.Más aislado que nunca por las medidas contra el coronavirus, pese a que asegura no haber detectado ni un solo contagio, Corea del Norte este mes admitió que afrontaba una crisis alimentaria, derivada de problemas internos, como sequía y otras complicaciones climáticas que afectaron las cosecha, y además a causa de las sanciones establecidas desde Estados Unidos y las restricciones con China para evitar infecciones.En esta combinación de imágenes proporcionadas por el gobierno norcoreano, el líder de Corea del norte, Kim Jong Un, en reuniones del Partido de los Trabajadores en Pyongyang, Corea del Norte, el 8 de febrero de 2021, a la izquierda, y el 15 de junio de 2021. (Agencia Central Coreana de Noticias/Servicio Coreano de Noticias via AP, archivo)El líderConocido por ser un fumador empedernido, Kim, de 37 años, sufría obesidad y su peso parecía aumentar de forma constante en los últimos años. Sin embargo, en las últimas imágenes publicadas por la agencia de noticias oficial de Pyongyang, KCNA, y en la televisión estatal se lo ve más delgado.Las especulaciones sobre la salud de Kim se dispararon el año pasado después de que faltara a la conmemoración del cumpleaños de su difunto abuelo y no apareciera en público durante unos 20 días.El padre de Kim, Kim Jong-Il, y su abuelo, Kim Il-Sung, también eran obesos y grandes fumadores. Ambos murieron de ataques al corazón.

Fuente: La Nación

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