Su vida cambió para siempre en aquella noche madrileña del 9 de diciembre de 2018. La carrera loca,, desenfrenada y en solitario en el Santiago Bernabéu hasta convertir el tercer gol de River sobre Boca, el del 3-1 que selló la final de la Copa Libertadores. El gol más importante en la historia del club de Núñez y frente al clásico rival. Un gol para toda la vida, de los hinchas millonarios y, en especial, de Gonzalo Pity Martínez.Fue, también, como si su carrera se hubiera detenido en el tiempo. Pasaron dos años y medio desde aquel mágico momento. Se despidió de River después del Mundial de Clubes, pasó primero por la Major League Soccer, de Estados Unidos (en el Atlanta United), y actualmente forma parte de la liga de Arabia Saudita (Al- Nassr). Lejos de los flashes y de la trascendencia, pero con un recuerdo imborrable. El mendocino, de 28 años, se encuentra en la Argentina, donde realiza tareas de rehabilitación de una lesión de rodilla que lo llevó a pasar por el quirófano. Y dentro de sus sentimientos, está el de volver a River. “Sé que voy a regresar a River, pero será más adelante. Pero quiero volver”, anticipó.Pity Martinez y la celebración en MadridAquel recuerdo de la final de Madrid permanece intacto para Pity Martínez, que durante una entrevista en ESPN, en el programa F90, admitió su sorpresa por los mensajes que le llegan. “Algunos me confiesan que a sus hijos le ponen de nombre Yvael. Son fanáticos. Es por el relato de mi gol y aquello de ‘y va el tercero’ (NdR: relato de Mariano Closs en la transmisión de Fox Sports). Es realmente una locura”.Su relación con los hinchas de Boca es muy particular. “Hay un profundo respeto. Y es de los dos lados. Cuando caminaba en la Bombonera mirando a la platea, era para marcar que estábamos ahí presentes y que íbamos a dar pelea. Sentíamos que nos respetaban. Boca nos tenía mucho respeto, en la cancha de ellos, nos respetaban mucho más, lo notaba en sus caras, preocupados, asustados, se percibía eso”. Y hasta contó una anécdota que lo pinta de cuerpo entero. “En la calle me joden, pero con mucho respeto. Vienen chicos que me piden autógrafos o una foto, que se acercan, pero los padres hinchas de Boca no los dejan. Entonces me acerco a ellos y les firmo igual”.Marcelo Gallardo durante un entrenamiento de River: el Pity sabía cómo ponerlo de malhumor (Fotobaires/)La nota dejó otros temas: Gallardo y su rol, quién manda en el vestuario de River, cómo hacía enojar al DT en los entrenamientos y lo que le dijo Enzo Pérez previamente al partido en el que le tocó atajar contra Independiente Santa Fe, de Colombia, por la Copa Libertadores.Gallardo y los Gallardos en la cancha. “Siempre lo digo, el Muñeco para mi es un técnico para Real Madrid o Barcelona, sin dudas. Por cómo maneja el grupo, por cómo entrena, por cómo respeta al chico y al grande, al que tiene nombre y al que recién empieza. Por eso tiene más valor lo que hace en el día a día. Después, los que jugamos somos nosotros. Si el técnico te dice ‘ojo que el rival viene por acá’ y después pasa eso, la culpa es del jugador. Marcelo no estuvo en dos partidos muy decisivos nuestros por suspensión y ahí ves la fortaleza del grupo. El convencimiento y la confianza del equipo. A veces querías ver para el costado y que te corrijan algo. Pero teníamos dos o tres jugadores dentro de la cancha que eran Marcelo: Ponzio, Enzo (Pérez), Joni (Maidana). Joni dentro de la cancha es una bestia”.El Pity habló con Enzo Pérez antes del partido. “Tengo un cagazo”, le dijo Enzo antes del partido (JUAN IGNACIO RONCORONI/)El día que atajó Enzo Pérez. “En la bandera de los ídolos de River, esa que está en la tribuna, la hago un poco más grande y lo pongo a Joni Maidana. A Leo Ponzio también. Y dentro de unos años va a estar Enzo Pérez también. El día que le tocó atajar… El día anterior hablamos y estaba tranquilo. Entonces le digo ‘Mirá que vas a salir en todo el mundo, ¿eh?’. Se reía. Al día siguiente, volvimos a hablar. ‘Atajo nomás. Estoy un poco cagado’, me confesó. Obvio que lo vi el partido. En ese centro cerrado que se le venían todos encima pensé ‘Al Negro lo matan en esta’. ¿Y esa que saca con las manos para el costado al córner? (se toma la cabeza). ¡Lo que me reí! Somos muy amigos. En Arabia me duermo a cualquier hora. Miro todos los partidos”.El tercer gol a Boca en Madrid. “Hubo momentos donde perdí el conocimiento de donde estaba, el grito de la gente… Quería tener ojos en la nuca porque escuchaba a mis compañeros. Fueron dos segundos que cuando la tiro para adelante pierdo la conciencia. Estaba acalambrado de cuádriceps, isquios, gemelos, pero imaginate la inercia. Era el gol que cerraba… El gol ese fue el desahogo de que ya se terminó, que la copa era nuestra y que no había más nada. Yo quería festejar antes de hacer el gol”.Cómo hacer enojar al DT. “Yo jugaba por la raya y me lo tenía que fumar al Muñeco… Cachete (Montiel) también lo tenía que sufrir. Así que por ahi le contestaba cualquier cosa tapándome la boca y me iba para otro lado. O en los entrenamientos, lo veía venir a Gallardo y le decía “que mañanita hoy eh, no se puede ni hablar” y me iba para otro lado. El Negro (Enzo Pérez) se moría de risa”.Sin bromas a Ponzio y el Osito Joni. “Me gusta hacer bromas. Jodas en el vestuario siempre hay. Con Ponzio no, no te da lugar a las bromas. Con Joni Maidana sí, es un pan de dios, un osito, lo volvía loco. Pero eso en el vestuario. Entra en la cancha y olvidate. Se te caen los dientes. No lo podés joder”.

Fuente: La Nación

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