Pan lactal, 4 rodajasHuevo, 1Azúcar, 4 cucharadasLeche, 1 tazaCanela (opcional), a gustoEsencia de vainilla (opcional), 1 cucharaditaSal, 1 pizcaManteca, 25 gAzúcar impalpable (opcional), 2 cucharadasEn un bol romper el huevo y batirlo, mezclarlo con el azúcar y la pizca de sal, la vainilla y la canela (si se van a usar estos ingredientes).Agregarle la leche y mezclar con batidor de alambre o con un tenedor.Calentar una sartén con un poco de mantequilla. Sumergir una rebanada de pan en la mezcla de leche con huevo y azúcar, luego ponerla en la sartén sobre la manteca caliente. Dorar un minuto de cada lado aproximadamente (controlar que no se queme, para eso usar fuego suave).Retirar de la sartén con una espátula grande para que se despegue fácilmente y no se rompa el pain perdu. Hacer el resto de las rebanadas de pan del mismo modo, volviendo a agregar manteca cada vez.Emplatar y espolvorear con azúcar impalpable o azúcar rubia cada tostada.Para que luzca más tentador al momento de presentar el pain perdu se lo puede cortar en dos mitades para que se vea la diferencia de textura entre el interior (más blanco y cremoso) y el exterior (dorado y crujiente).Para que resulte un desayuno fresco y nutritivo se pueden agregar frutas como manzanas, peras o bananas o ciruelas desecadas en el plato en que sirve el pain perdu.Es ideal acompañar el pain perdu con una taza de café humeante.

Fuente: La Nación

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