Por Laura GottesdienerCAMP-PERRIN, Haití, 23 ago (Reuters) – Muchos sobrevivientes
del terremoto que acabó con la vida de más de 2.200 personas en
el sur de Haití este mes están cada vez más preocupados por cómo
mantendrán a sus hijos, entre temores a que más de medio millón
de menores corran riesgo por las consecuencias.El terremoto del 14 de agosto golpeó la infraestructura,
destruyó o dañó unas 130.000 viviendas, cortó carreteras y dejó
a miles de familias en el país más pobre del hemisferio
occidental en un futuro incierto.Cuando golpeó el sismo de magnitud 7,2, la ama de casa
Lovely Jean estaba descansando dentro del hospital general de la
ciudad sureña de Les Cayes, mientras que su bebé de tres días,
Love Shaiska, estaba en la sala neonatal siendo tratada por una
infección.Les Cayes fue una de las áreas más afectadas por el
terremoto, y mientras las paredes del hospital temblaban, Jean
envió a su esposo, Pierre Alexandre, a agarrar al bebé mientras
ella huía del edificio.”La tierra temblaba y yo lloraba, muy asustada por lo que
estaba pasando”, dijo la joven de 24 años, acunando a su bebé en
el porche de su casa dañada en una pequeña aldea en las afueras
de la localidad de Camp-Perrin, al noroeste de Les Cayes.Los tres sobrevivieron, aunque el hospital sufrió daños que
obligaron a algunos de sus departamentos, incluido el pabellón
neonatal, a operar al aire libre durante varios días después del
desastre.No obstante, los problemas solo estaban empezando para Jean
y su esposo, un agricultor de subsistencia.Los campos de Alexandre fueron enterrados por deslizamientos
de tierra provocados por el terremoto y la lluvia desatada por
la tormenta tropical Grace, que azotó Haití el martes. Toda su
cosecha de papa y yuca era inalcanzable, lo que dejó a la
familia sin apenas comida.Mientras tanto, Love Shaiska tenía problemas para amamantar,
lo que obligó a sus padres a juntar dinero en efectivo para
comprar fórmula. “No sé qué haremos”, dijo Alexandre, de 30
años.Más de una docena de otros padres con los que habló Reuters
en la zona del terremoto expresaron preocupaciones similares
sobre cómo se las arreglarían. Más de medio millón de niños se
vieron afectados por el sismo, dijo la agencia de la ONU para la
infancia, Unicef.(Editado por Dave Graham; editado en español por Carlos
Serrano)

Fuente: La Nación

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