Construido en el siglo XIX, aquí se encuentra el venerable Old Smock Mill, que fue testigo de la historia del lugar, pero cayó en el abandono hasta que, en 2011, la artista plástica Clare Winchester, dueña de la propiedad donde se encuentra, decidió recuperarlo.Las vistas interminables de la campiña del condado de Kent que se contemplan desde la altura son solo una pequeña parte del encanto de habitar este antiguo molino. (Clare Winchester/)Primer pisoLa cocina combina detalles de líneas vintage, como las canillas de bronce, con artefactos de acero inoxidable y las puertas acanaladas del bajomesada en un actualísimo gris que no empañan la madera en estado puro de la mesada, el piso y los muebles.El sillón de cuero frente a la salamandra invita a elegir un libro y sumergirse en la fantasía. (Clare Winchester/)La escalera caracol con peldaños de madera maciza lleva a un tercer nivel exclusivamente destinado al cuarto de baño. (Clare Winchester/)Segundo pisoDesde el living se llega al segundo piso donde se encuentra el único cuarto de este singular refugio. Como las de antes, las cortinas romanas con estampas filtran delicadamente la luz.La estructura hexagonal y la posibilidad habitar ambientes que proponen circularidad ya es toda una experiencia. (Clare Winchester/)Detalles bien pensados: la bañadera cerca de la ventana, los sanitarios de estilo antiguo y, práctico y moderno, el sector de ducha con piso de mosaicos y cerramiento de vidrio.La campiñaEl viejo molino también tiene la presencia orientadora de un faro. Pensado para dos huéspedes, el Old Smock está consagrado como un destino romántico (seguro lo es, pero no debería ser exclusivamente así) y está entre los más exitosos de Airbnb en el Reino Unido.El molino perdió sus aspas en los años 70. (Clare Winchester/)
Fuente: La Nación