POSADAS.- El diputado nacional y líder del Partido Agrario y Social (PAYS), Héctor “Cacho” Bárbaro, quedó en el centro de la polémica en Misiones, al difundirse un audio en el que llama a cortar rutas para presionar y tratar de revertir el fallo de un juez que ordenó el desalojo de un grupo de familias de una chacra, que aparentemente la ocupaban en forma ilegal.“Tenemos que movilizarnos el lunes. No sé si vamos a hacerlo el lunes y también el martes. Nosotros el lunes vamos a presentar la apelación para anular el juicio, la propiedad de la tierra, fui a catastro y está a nombre de los Kessler”, señaló Bárbaro en un audio que se viralizó el sábado a la noche.Para el Gobierno, los 45.000 argentinos en el mundo afectados por las restricciones habían sido advertidos“El lunes tenemos que convocar a toda la gente de vuelta en el Juzgado, a todos los que podamos y después nos vamos a cortar la ruta, y al Concejo Deliberante y entregamos un petitorio a todos. Tenemos que movernos, si no se va a enfriar la sopa”, dijo Cacho Bárbaro.Además agregó en el mensaje que había que hacer todo en estos primeros dos días de la semana. “Porque me voy el miércoles porque tengo sesión” en el Congreso Nacional, explicó.El plan detallado por Bárbaro se completaba “metiendo presión” al Estado provincial para que adquiriera las tierras y se regularizara la situación de las familias desalojadas.Kessler -el apellido que menciona Bárbaro en el audio- es una familia de Santa Fe que hace dos años empezó un juicio para desalojar a un grupo de familias que ocupaban su chacra desde hacía mucho más tiempo en la zona de Facrán, partido de San Vicente. El desalojo se realizó finalmente hace diez días.Inmediato repudioLos dichos de Bárbaro causaron indignación inmediata entre pequeños productores agropecuarios, colonos (como se le dice acá al chacarero), empresarios y vecinos que desde hace un año formaron grupos de autoconvocados para pedir a las autoridades que pongan freno a las crecientes ocupaciones ilegales.En todos sus pedidos, los autoconvocados siempre sospecharon o directamente tenían indicios de que Bárbaro y su ladero Martín Sereno (diputado provincial por el PAYS) tenían un rol alentado a estas ocupaciones que se multiplicaron a partir del cambio de gobierno en la Casa Rosada.Ahora que Bárbaro “pisó el palito” y se autoincriminó con sus declaraciones, sienten que es el momento de ir a fondo para pedir incluso su destitución. Estos grupos convocaron para mañana a una marcha frente al juzgado de Instrucción 3 de San Vicente, para apoyar el desalojo decidido por el juez Gerardo Casco.“Queremos la destitución de Bárbaro, un diputado nacional no puede llamar a un corte de ruta para defender una ocupación ilegal”, señaló a LA NACION Silvia Gross, contadora y dueña de una chacra en Andresito que tiene ocupada desde hace varios años, donde inclusive la empresa distribuidora de energía EMSA les bajó el medidor de luz en forma irregular.“Hablé con el juez, con el intendente, con todos. También con el presidente de EMSA, y me dijeron que no podían hacer nada”, explicó Gross, impotente. La propietaria contó que tenía un plan para invertir en sus tierras a las cuales ya ni siquiera puede acceder libremente. “Tengo que ir con la policía porque si no, me amenazan, es insólito”, se indignó.El caso de Gross ilustra un sentimiento generalizado entre muchos productores autoconvocados: se sienten abandonados por el Estado o peor aún, a veces sospechan que son los dirigentes políticos -como Bárbaro-, los que alientan las ocupaciones.“Siempre encontré a Bárbaro y Sereno en la otra vereda, nunca del lado del respeto por la ley y la propiedad privada”, dijo a LA NACION Silvio Contreras, dirigente de Cambiemos y abogado que intervino en conflictos ocupaciones de tierras en Misiones.Por eso, los dichos del diputado causaron un repudio inmediato. Incluso se sumaron cámaras empresarias muy representativas, como la que aglutina a productores madereros del Alto Paraná (Amayadap) y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que conduce el misionero Gerardo Díaz Beltrán.Bárbaro, estrella en ascensoEn Misiones, todos le reconocen a “Cacho” Bárbaro su trabajo territorial y su representatividad en sectores marginales del interior, donde la pobreza creció en los últimos años. Otros le temen, por su capacidad de movilizar gente a través de punteros.La estrella política de Bárbaro, exdocente y reconocido dirigente del sector tabacalero, se agrandó en los últimos tiempos con la muy buena elección que hizo su partido en la elección provincial del 2019, cuando se consolidó como la tercera fuerza política detrás del oficialista partido Renovador de la Concordia y Juntos por el Cambio.El Gobierno gastó $500.000 en la contratación de artistas para el homenaje a las víctimas por coronavirusIncluso le ganó tres intendencias a la hegemónica Renovación, que retuvo sin dificultad las otras 74. Sin embargo, todo cambió cuando se alió con el kirchnerismo: esa sociedad política no solo no le reportó ningún beneficio en cargos (todos fueron para dirigentes jóvenes e ignotos muy vinculados a La Cámpora), sino que también le dejó un sabor amargo en las elecciones nacionales del 2019, cuando tuvo que cederle el primer lugar en la lista de diputados a Cristina Brítez, dirigente camporista de Eldorado.“No es una usurpación”LA NACION habló con el diputado -de 58 años-, quien confirmó haber enviado el mensaje por audio y afirmó que “no se trata de una usurpación, ya que estas familias viven desde hace diez años en esa chacra, construyeron casas de material, plantaron yerba y tabaco”.Este lunes, el diputado cumplió solamente con una parte de su plan y se presentó con algunas familias a manifestarse frente al Juzgado de San Vicente que ordenó el desalojo. No hubo cortes de ruta, como había alentado en el polémico audio. También presentaron un pedido para dejar sin efecto el desalojo.Bárbaro explicó a LA NACION que no se trata de una ocupación ilegal de personas que llegan, instalan carpas y empiezan un tironeo con las autoridades para negociar desde esa posición. Enfatizó que se trata de tierras ocupadas y trabajadas desde hace años e incluso estuvieron mucho tiempo sin que la familia propietaria reclamara nada.
Fuente: La Nación