El campeonato mundial 2021 de Fórmula 1 está bien caliente, con la puja entre Red Bull y Mercedes y sobremanera, entre Max Verstappen y Lewis Hamilton. Los encontronazos se repiten, la tolerancia es cada vez menor y los riesgos aumentos, claro. Máxime en un deporte de alto peligro. El último incidente fue en la primera chicana de Monza, cuando Hamilton salía de boxes en la vuelta 26 luego de cambiar neumáticos: ninguno cedió la posición y terminaron los dos afuera. El halo protector evitó lo que pudo ser una tragedia, con un neumático del Red Bull que hubiese impactado en la cabeza de Hamilton dentro del cockpit.Pero no conformes con la actualidad, en Mercedes piensan ya en 2022. “En el pasado vimos cosas. Vimos situaciones en las que los pilotos fallaron. Hamilton estuvo en una situación que el equipo no supo comprender del todo”, dijo Toto Wolff, el director de equipo. Sin nombrarlo específicamente, se refería a Nico Rosberg. ¿Y por qué en este momento? Para dejar en claro lo que le espera al futuro compañero de Hamilton, el ascendente George Russell, que sustituirá al finlandés Valtteri Bottas en la segunda butaca de la escudería alemana.Otros tiempos: George Russell con Lewis Hamilton, futuros compañeros (McLaren/)Nico Rosberg, hijo de Keké, campeón mundial en 1982 con Williams, corrió diez temporadas en al Fórmula 1, entre 2006 y 2016, cuando se retiró. Tuvo el privilegio de compartir equipo con los dos máximos ganadores de la categoría, los heptacampeones: su compatriota Michael Schumacher y Hamilton. Con Schumy coincidió entre 2010 y 2012, cuando se inició el último ciclo de Mercedes al comprar el Brawn GP. Nico fue superior a la leyenda en las dos primeras temporadas y en 2012 se dieron el lujo de compartir la primera fila en el Gran Premio de China, donde Rosberg logró su primera victoria. A fin de año, Schumacher se fue definitivamente. El destino le tendría preparada una emboscada en una pista de nieve una temporada más tarde.Rosberg y Hamilton, compañeros en Mercedes, nunca disimularon sus diferenciasPero Nico continuó en Mercedes, equipo que incorporó a Lewis Hamilton, que había sido campeón mundial con McLaren en 2008. Las órdenes de equipo en favor del británico empezaron a torcer la relación interna desde el primer año (2013). En Mónaco 2014 se hizo más visible la tirantez y ese año Rosberg fue subcampeón del británico. El clima iba tornándose irrespirable luego del bicampeonato de Hamilton (2014/2015), hasta que llegó la gran revancha para el alemán: se consagró campeón en 2016. En todo ese lapso de mala relación, hasta protagonizaron tres incidentes en las pistas: Bélgica 2014, España 2016 y Austria 2016. Pero Rosberg finalmente había concretado su sueño, emulando a su papá. Y sorprendió por partida doble al mundo motor: a fines de esa temporada anunció su retiro. La disputa con Hamilton lo había consumido.Lo cierto es que, pasados los años, aquella conquista de Rosberg terminó impidiendo lo que hubiesen sido 7 títulos consecutivos de Hamilton, que desde 2017 selló cuatro campeonatos más, siempre a bordo del fenomenal Mercedes. Una conjunción, piloto-auto+equipo, insuperable. En 2021, además de algunos chisporroteos con Bottas, que ya con el futuro decidido fuera de Mercedes decidió patear el tablero y no someterse tan férreamente a las órdenes de Toto Wolff para “cuidar” al piloto número 1, Mercedes piensa a futuro. Supere o no Hamilton la marca de Schumacher este mismo año.Y en ese contexto, Wolff, hombre precavido si los hay, ya empezó a aleccionar a George Russell. No es un disparate por cierto: en 2020, cuando Hamilton debió ausentarse del Gran Premio de Sakhir por haber contraido coronavirus, su butaca la ocupó Russell. ¿Que pasó? Iba primero hasta la vuelta 63, lo hicieron parar en boxes y le pusieron juegos de cubiertas diferentes. Tuvo que volver a detenerse vueltas más tarde, y cuando buscaba adelantar rivales, sufrió una pinchadura. Terminó noveno, pero dio que hablar toda la semana ya que a punto estuvo de ganar la carrera. Lo cual reflotó la vieja discusión sobre qué sucedería si los pilotos del fondo tuviesen una herramienta similar a los que suelen mandar en la mayoría de las carreras.El increíble error de Mercedes con George Russell en el GP de Sakhir 2020 cuando ocupó la butaca de Hamilton: tenía la carrera casi ganada (Captura TV/)En declaraciones al sitio de Fórmula 1, Wolff fijó posición sobre cómo se manejarán internamente en el “nuevo equipo” la próxima temporada. “Estamos mejor preparados para esta situación. George tiene ambición para ser campeón del mundo, tiene condiciones para ello, pero Lewis también. Entonces, debemos calibrar adecuadamente el equipo. Puedo ponerme totalmente en el lugar de Russell, lo entiendo. Por eso, ya estoy hablando con él sobre lo que se supone es lo ideal para la dinámica de equipo y sobre cómo podrían ser las cosas en un futuro que ya se nos viene encima. George es una persona muy inteligente y lo entiende todo”, sostuvo el director de equipo de Mercedes.La explosión de Russell (23 años) ha sido notoria en su paso por Williams y, junto con Lando Norris (21), son las grandes cartas del automovilismo británico para tomar la posta de Hamilton, de 36 años. Wolff sabe que tiene un diamante en las manos para pulir, pero no quiere que ello altere la dinámica de Mercedes, donde Hamilton es claramente el piloto número 1 y el que dispondrá de la mejor atención.Russell a bordo del Mercedes: una escena del 2020 que volverá a verse en 2022“Russell ha demostrado que merece estar en un auto competitivo y pelear por cosas grandes. Pero también debemos ser conscientes en cada detalle. Afrontará situaciones distintas, habrá mucha presión para él también, y tendrá un compañero diferente, dueño de los registros y de las marcas más impresionantes. Hay que prepararlo para que asimile todo eso”. Básicamente, reconocen las condiciones, el talento de Russell y su proyección como un futuro campeón, del mismo modo que su presencia les permitirá tener un equipo fuerte, como lo era con Bottas y como lo fue en el pasado con Rosberg. Pero precisamente lo que quieren evitar es que “la experiencia Russell” remita más a los tiempos volcánicos con el alemán que a los primeros años del finlandés, en los cuales la armonía no sufrió sobresaltos porque, ante todo, Bottas “comprendía la dinámica de Mercedes”.
Fuente: La Nación