ROMA.- Preocupado por lo que está ocurriendo en Tierra Santa, el Papa lanzó hoy un fuerte llamado para un cese del fuego entre la franja de Gaza e Israel, también con la ayuda de la comunidad internacional, y deploró la “terrible e inaceptable muerte de niños”. “Su muerte es una señal de que no se quiere construir el futuro, sino que se lo quiere destruir”, afirmó, al destacar que “el crescendo de odio y de violencia que está involucrando a varias ciudades de Israel es una herida grave a la fraternidad y a la convivencia pacífica entre ciudadanos, que será difícil de curar si nadie se abre enseguida al diálogo”.Por segundo domingo consecutivo, el Papa aprovechó la oración mariana del Regina Coeli, que recitó como siempre al mediodía desde la ventana de su estudio del Palacio Apostólico, para reiterar su llamado urgente al fin de “los violentos choques armados entre la franja de Gaza e Israel que pueden degenerar en una espiral de muerte y destrucción”. Lamentó “las numerosas personas heridas y los muchos inocentes muertos, entre ellos los niños”. Según diversos medios, hasta ahora en la franja de Gaza hubo casi mil heridos y 145 muertos, entre los cuales 41 fueron chicos; en Israel se registraron diez muertos, entre los cuales un niño; y en los territorios ocupados, 13 palestinos fallecidos.Odio y violenciaLuego de mencionar el “crescendo de odio y violencia” en varias ciudades de Israel, Francisco se preguntó: “El odio y la venganza,¿ adónde llevarán? ¿En serio pensamos construir la paz destruyendo al otro?”. Acto seguido, citando el Documento de Hermandad Humana, firmado en febrero de 2019 junto al gran jeque de Al Azhar, el imán Ahmed al Tayyeb, lanzó un pedido de calma: “En nombre de Dios, que ha creado a todos los seres humanos iguales en derechos, deberes y en la dignidad, y los ha llamado a convivir como hermanos entre ellos, hago un llamamiento a la calma, a quien tiene la responsabilidad, de hacer cesar el fragor de las armas para recorrer las vías de la paz, también con la ayuda de la comunidad internacional”.Con rostro y tono alarmado, también pidió para que “isrealíes y palestinos puedan encontrar el camino del diálogo y del perdón, para ser pacientes constructores de paz y justicia, abriéndose, paso después paso, a una esperanza común, a una convivencia entre hermanos”. Finalmente, acompañado por la multitud presente en la Plaza de San Pedro, rezó un Ave María.El exarzobispo de Buenos Aires ya el domingo pasado después del Regina Coeli había manifestado su preocupación por lo que estaba sucediendo en Jerusalén, que había pedido que fuera un “lugar de encuentro y no de enfrentamientos violentos, lugar de oración y de paz”. Había invitado a todos “a buscar soluciones compartidas para que la identidad multirreligiosa y multicultural en la Ciudad Santa sea respetada, y pueda prevalecer la fraternidad”, además de haber recordado que “la violencia genera solo violencia”. “¡Basta de enfrentamientos!”, había clamado.Francisco hizo un viaje apostólico a Israel y Palestina en mayo de 2014, luego del cual invitó a sus líderes, el fallecido expresidente de Israel, Shimon Peres y a su par palestino, Mahmoud Abbas, a una oración interreligiosa por la paz en los Jardines del Vaticano. En esa ocasión histórica se dieron un apretón de manos y plantaron un olivo de la paz.
Fuente: La Nación