Mariano Tenconi Blanco es uno de los directores y dramaturgos que más resonancia tienen en los últimos tiempos. Incluso fue considerado por los Premios Konex, como uno de los cinco mejores de la década. Acaba de estrenar su nueva obra en el Teatro de la Ribera. Podría ser una instancia más en su vida artística, pero es mucho más. Es la vuelta, el renacer. Es cierto que su obra, La vida extraordinaria, con Valeria Lois y Lorena Vega, estrenada en 2018, en el teatro Nacional Cervantes, siguió haciendo funciones durante este año casi de forma ininterrumpida –salvo por esa breve pausa de abril y mayo– en Timbre 4 pero un estreno que además es la primera parte de una tetralogía suena a proeza.“Por suerte con La vida extraordinaria hicimos funciones todo este año. Es un trabajo soñado. Y fue muy emocionante la vuelta al teatro. En términos de cuidado, el teatro es mucho más protector que otras actividades. La gente está callada, quieta, con barbijo. Las actrices están siempre testeadas y encima vacunadas. Pero además, restituyó la fuerza de la presencia. Hay cosas que no se reemplazan. En ese punto, y respetando todas las expresiones y las búsquedas porque todas son interesantes, creo que el teatro se hace en los teatros. El encuentro es contundente. Por si alguien se había olvidado de lo que se siente al ver a un actor o a una actriz a pocos metros, el retorno a los escenarios demostró que es incomparable. Y eso hace que, desde los griegos, pasando por Shakespeare hasta ahora, siga siendo algo que nunca terminó y no va a terminar. A través de los siglos, el teatro se mantiene más o menos igual. Podemos sumar la electricidad, agarrar un micrófono, proyectar alguna imagen pero su esencia es la misma: una escena y un público compartiendo el tiempo y el espacio”, cuenta Tenconi Blanco.”En términos de cuidado, el teatro es mucho más protector que otras actividades”, afirma Mariano Tenconi BlancoPero ahora La vida extraordinaria, esa obra que resultó mágica porque gustó tanto al público porteño exigente, se toma unas vacaciones y le dio la entrada triunfal a Las cautivas que se estrenó el viernes. La primera obra de la tetralogía que tiene prevista Tenconi y que denominó La Saga Europea. “Es un gran proyecto que armamos con el Complejo Teatral de Buenos Aires, que a diferencia del ciclo Retrospectivas –también propiciado por esa entidad y que repasa la vida artística de algún artista en particular– es un material nuevo de nuestra compañía, El Futuro, con Carolina Castro e Ian Shifres, los tres creamos juntos las obras. Somos la primera que hace esta residencia. La idea es trabajar en diferentes salas del Complejo”, cuenta Tenconi que está ansioso por mostrar esta nueva pieza que protagonizan Lorena Vega, que interpreta a una india llamada Rosalila, y Laura Paredes, que encarna el personaje de una joven francesa llamada Celine.Lorena Vega, en Las cautivas, de Mariano Tenconi Blanco (Carlos Furman/)Un malón irrumpe en la boda arreglada de Celine y la secuestra. Inesperadamente, Rosalila la salva. Las dos mujeres atravesarán la Pampa argentina. Estructurada como monólogos, cada una de las actrices va contando una parte de la historia, de esta travesía que emprenden juntas. Ellas no pueden dialogar porque no comparten la misma lengua. “Rosalila (Lorena Vega) la salva porque siente una especie de dictado que le enviaron las fuerzas superiores y que le indican que Celine es su protegida. Pero la relación de ellas se va transformando” y no cuenta más para que el espectador se acerque a ese teatro imponente en La Boca, lleno de historia, y disfrute de este relato que se propone refundar la mitología nacional, una vuelta a los orígenes indigenistas latinoamericanos. “En algún sentido, la obra tiene una fuerte relación con el Río de la Plata entonces nos parece muy hermosa la idea de estar a la vera del río, al lado del puerto, con la idea de la llegada a América. En Las cautivas aparece la idea de mitología que me interesa mucho. El teatro nace con enorme fuerza como la representación de los mitos y se funda así, para trazar la relación entre los hombres y los dioses. Esa fuerza mitológica sigue bullendo y el teatro es un buen lugar para repensar nuestras mitologías”.Laura Paredes, en una escena de Las cautivas, primera parte de una saga (Carlos Furman/)“La Saga Europea se propone mirar al siglo XIX; específicamente al origen de la Argentina pero desde la influencia literaria, que son muy parientes porque los primeros presidentes, gobernantes y funcionarios –Mitre, Sarmiento, Mansilla, Hernández, por ejemplo– tenían injerencia política y todos eran, además, grandes escritores”. Pero esto no termina acá. Tenconi Blanco, que antes de llegar al teatro pasó por la Facultad de Filosofía y Letras, advierte en esta génesis una influencia de la literatura francesa muy marcada; y después la anglofilia borgeana. “La idea es trazar un mapa de referencia pero siempre desde la literatura y nunca desde la historia. Porque la marca de la compañía en estos casi diez años es esa: trabajar desde la ficción y en la ficción. El proyecto son cuatro obras. La segunda es Las ciencias naturales, más relacionada con El barco que viene a ser una suerte de primera parte –creada en 2020 en plena pandemia como parte del Ciclo Modos Híbridos del Complejo Teatral de Buenos Aires y disponible en su página–. Se trata de la historia de un alemán, que junto a su secretario español, llega a la Argentina para estudiar el origen del ser humano. La tercera, Las invasiones inglesas es la historia de un inglés que aparece en la Argentina en 1800 a fundar un teatro y cuando lo va a fundar con su primera obra se desatan las invasiones inglesas y él queda en el medio”. La cuarta que completa este proyecto es Las traducciones, pero todavía es incipiente. A todas, por supuesto, las caracteriza el humor Tenconi, una especie de parodia y sátira que ayuda a pensar la identidad argentina sin solemnidades. “Me inquieta quiénes somos los argentinos desde lo literario, por fuera no me importan muchas cosas”.La idea es estrenar una por año en diferentes salas del Complejo. Y el sueño “Tenconi” sería que el último año puedan convivir las cuatro obras. “Pero uno nunca puede planificar demasiado y menos en este tiempo”, asegura el dramaturgo que junto a sus compañeros le pusieron el nombre Futuro a la compañía en 2013 y ahora no saben bien por qué “es un interrogante como el futuro”.Lorena Vega, en Las cautivas, en el Teatro de la Ribera (Carlos Furman/)Para agendarLa cautiva. Viernes, a las 19; sábados y domingos, a las 17, en el Teatro de la Ribera (Pedro de Mendoza 1821)
Fuente: La Nación