PARÍS, 7 ago (Reuters) – Manifestantes marcharon el sábado
en ciudades de toda Francia en un cuarto fin de semana
consecutivo de protestas, denunciando lo que consideran normas
opresivas que les obligan a vacunarse contra el COVID-19 en
contra de su voluntad y a mostrar una tarjeta sanitaria para las
actividades diarias.Grupos de manifestaron se reunieron en calles de París,
Niza, Montpellier y otras ciudades agitando pancartas en las que
se leía “No a la dictadura” y coreando “Macron, no queremos tu
tarjeta sanitaria”.Las protestas han unido a un grupo heterogéneo en contra de
la legislación del presidente Emmanuel Macron, que pretende
ayudar a contener una cuarta ola de infecciones de COVID-19 que
se extiende por Francia y ayudar a salvaguardar la recuperación
económica del país.Entre los manifestantes hay anarquistas de izquierda dura y
militantes de extrema derecha, remanentes del movimiento
antigubernamental de los “chalecos amarillos” que sacudieron el
liderazgo de Macron durante 2018-2019, y también otros
ciudadanos que son antivacunas o consideran que el pase
sanitario es discriminatorio.Las tasas de vacunación se dispararon después de que Macron
desvelara sus planes de pase sanitario el mes pasado. Dos
tercios de los franceses han recibido ya una dosis y el 55%
están totalmente vacunados.En otros países europeos se han introducido pases sanitarios
similares -que demuestran que se ha vacunado o que ha dado
negativo en una prueba reciente-, pero el pase de Francia y su
orden de vacunación obligatoria para los trabajadores de la
salud son quizás los de mayor alcance.A partir del lunes, los ciudadanos tendrán que mostrar una
tarjeta sanitaria para comer en un restaurante, acceder a un
tratamiento no urgente en un hospital o viajar en un tren
interurbano. Ya son necesarias para acceder a piscinas, museos y
discotecas.Los empleados de la sanidad tienen hasta el 15 de septiembre
para vacunarse o enfrentarse a una suspensión.En la ciudad norteña de Cambrai, casi todos los restaurantes
y cafés cerraron sus puertas para protestar contra la exigencia
del pase sanitario.”No estamos en contra de la vacuna. Estamos en contra de
tener que hacer controles a nuestros clientes”, dijo el gerente
de un bar, Laurent Zannier.Los manifestantes callejeros acusan a Macron de pisotear sus
libertades y de tratar a los ciudadanos de forma desigual. El
presidente dice que las libertades conllevan responsabilidades
que incluyen la protección de la salud de los demás.Los datos del Ministerio de Sanidad mostraron que nueve de
cada diez pacientes de COVID ingresados en cuidados intensivos a
finales de julio no habían sido vacunados. La mayoría de los
franceses apoya el pase sanitario, según las encuestas.
(Información de Richard Lough en París Información adicional de
Pascal Rossignol en Cambrai Edición de Frances Kerry)
Fuente: La Nación