El presidente Alberto Fernández anunció un cierre estricto por 9 días ante la suba de contagios. Según advirtió, la Argentina “está atravesando el peor tiempo desde que comenzó la pandemia”. Por eso, remarcó: “Un país no puede tener 24 estrategias sanitarias ante una situación tan grave. No se puede fragmentar la gestión de la pandemia”.Tal como resaltó, lo que sucede en cualquier lugar del territorio argentino “impacta, tarde o temprano”, en el resto del país. “Hay una sola pandemia, que no reconoce límites ni jurisdicciones”. Así, dijo que el problema ya no se centra en un solo lugar, sino que se expandió a toda la Nación.Nueva cuarentena: una por una, las medidas que tomó el GobiernoEn relación a este punto, el jefe de Estado se refirió al coronavirus como “una pesadilla” y destacó la importancia de “un marco regulatorio nacional común para minimizar el número de contagios y garantizar la atención hospitalaria para quien lo requiera”.Tras ello, Fernández puntualizó los tres problemas que se evidenciaron en la segunda ola del coronavirus, y que se deberían corregir. En primer lugar, señaló que: “En algunos lugares, no se cumplieron todas las medidas dispuestas”. Luego, dijo que en otras zonas “se implementaron de manera tardía, cuando la experiencia indica que es decisivo anticiparse a la expansión de contagios”. Y siguió: “En muchos lugares, los controles se relajaron, han sido muy débiles o simplemente no existieron”.Entonces, Fernández alertó que “hay ciudades y provincias que tienen hoy su sistema de salud al límite, con hospitales públicos y sanatorios privados que están al borde de no poder dar respuesta”.“No hay lugar para especulaciones y no hay tiempo para dudar”, sentenció el mandatario. Y subrayó la importancia de tomar consciencia: “Estamos atravesando el peor tiempo desde que comenzó la pandemia”.
Fuente: La Nación