Por Steve Holland y Guy FaulconbridgeCARBIS BAY, Inglaterra, 12 jun (Reuters) – El Grupo de Siete
democracias más ricas del mundo intentó contrarrestar el sábado
la creciente influencia de China ofreciendo a las naciones en
desarrollo un plan de infraestructuras que rivalizará con la
iniciativa multimillonaria de la Franja y Ruta del presidente Xi
Jinping.El G7, cuyos líderes están reunidos en el suroeste de
Inglaterra, ha estado buscando una respuesta coherente a la
creciente asertividad de Xi después del surgimiento económico y
militar de China durante los últimos 40 años.El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y otros líderes
del G7 esperan que su plan, conocido como la iniciativa
Reconstruyamos un Mundo Mejor (B3W), proporcione una asociación
transparente de infraestructuras para ayudar a reducir los 40
billones de dólares que necesitan las naciones en desarrollo
para 2035, dijo la Casa Blanca.”No se trata solo de confrontar o enfrentar a China”, dijo
el alto funcionario del gobierno Biden. “Pero hasta ahora no
hemos ofrecido una alternativa positiva que refleje nuestros
valores, nuestros estándares y nuestra forma de hacer negocios”.El G7 y sus aliados utilizarán la iniciativa para movilizar
capital del sector privado en áreas como el clima, la salud y la
seguridad sanitaria, la tecnología digital y la equidad e
igualdad de género, agregó la Casa Blanca.No quedó claro de inmediato cómo funcionará exactamente el
plan o cuánto capital se asignará en última instancia.El plan de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China,
que se lanzó en 2013, involucra iniciativas de desarrollo e
inversión que se extenderían desde Asia hasta Europa y más allá.
Más de 100 países han firmado acuerdos con Pekín para cooperar
en proyectos como ferrocarriles, puertos, carreteras y otras
infraestructuras.Los críticos dicen que el plan de Xi de crear una versión
moderna del antiguo camino comercial de la Ruta de la Seda para
unir China con Asia, Europa y más allá es un vehículo para la
expansión de su sistema comunista. Pekín dice que esas dudas
delatan la “resaca imperial” de muchas potencias occidentales
que humillaron a China durante siglos.(Reporte adicional de Michael Holden; editado en español por
Carlos Serrano)

Fuente: La Nación

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