TOKIO.- Jacobs y Tamberi. Tamberi y Jacobs. En un rincón del estadio Olímpico nace una sociedad. Y el registro se firma con abrazos, gritos y una bandera. Un reportero italiano acota: “Jacobs y Tamberi, por supuesto, logran algo impensable: llenar el estadio vacío”. Gianmarco Tamberi es el saltador del rodete y los festejos de básquetbol, el que dejó una de las imágenes más pintorescas de la noche al compartir el oro con el qatarí Mutaz Essa Barshim. Y Jacobs es Lamont Marcell. Lamont Marcell Jacobs, un italiano nacido en El Paso, Texas, y con infancia en Desenzano del Garda, una comuna de la provincia de Brescia. Su nombre no es el de un anónimo, pero casi. Al menos para el gran público. Y él se mueve por el estadio como un atleta más, sin entender lo que acaba de suceder. Hasta hace unos días ni siquiera aparecía en el podio al momento de las predicciones. Los favoritos se repetían: Trayvon Bromell (hoy no logró superar la serie semifinal), Andre De Grasse (bronce, con 9s89) o Akani Simbine (cuarto). Siempre daba vueltas Yohan Blake (otro que tropezó en semifinales). Pero pocos ponían el ojo en él. Hasta hoy. Dejó un aviso en la velocísima serie 3 (tercero con 9s84 y récord europeo), y destrozó todos los pronósticos en la final: Jacobs es el nuevo rey de los 100 metros, tras volar en 9s80 por la pista de Tokio. Casi sin viento (+0,1 m/s) y con el segundo récord europeo en apenas dos horas. El heredero de Usain Bolt llegó desde el carril 3, en una de las mejores noches de la historia del atletismo italiano.Jacobs ya está lanzado hacia el título, en una carrera que sorprendió a todos (Santiago Filipuzzi / enviado especial/)Jacobs, con su dorsal 2428, dominó gran parte de la carrear pese a tener una de las reacciones más lentas (0,161). Liberado el andarivel cuatro, tras la eliminación del británico Zharnel Hughes, los flashes se fueron sobre los centrales Fred Ferley y Su Bingtian, el hombre más rápido de Asia que había llamado la atención en las clasificaciones. Pero el ganador estaba hacia la izquierda, sin las cámaras y a paso firme. Jacobs llegó en 9s80, mientras que el podio lo completaron el estadounidense Ferley (9s84) y el canadiense Andre de Grasse (9s89). Atrás quedaron el sudafricano Akani Simbine, el estadounidense Ronnie Baker, el chino Su Bingtian y el nigeriano Enoch Adegoke, que se lesionó tras una salida tensa. Sin Hughes, por una salida en falso, y sin resultado final para Adegoke, solo seis hombres cruzaron la meta tokiota.La “mamma” Viviana conoció a un joven soldado estadounidense en Vicenza. Ella tenía 16 años; él, 18. Tiempo después se casaron y se mudaron a Texas. Y tras tres años de convivencia nació Marcell. Pero ese fue el último instante en el que estuvo cerca de su padre: días después fue trasladado a Corea del Sur y ella decidió volver a su país. El pequeño no tenía ni un mes. Desde ahí creció una relación madre-hijo que se fortaleció año a año. Del padre, poco y nada. “Lo consideraba un extraño. Me buscaba en Facebook y yo no le respondía. Recién ahora, con el trabajo de mi coach mental, empecé una suerte de relación”, confesó hace un tiempo. “El nuestro es un gran amor. Soy su madre, hermana, amiga, su gran madrina”, destacó Viviana. Ella fue el apoyo en cada momento, su sostén, la primera fanática cuando él se inició en el atletismo.

Fuente: La Nación

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