Descendiente de una familia de músicos, Julio Fernández llegó a La Voz Argentina con una convicción: “A lucharla como toda la vida, y a dar todo de mí como lo hice siempre en toda mi carrera”.El marplatense de 49 años se paró frente al jurado del programa, y se dispuso a conquistarlos con su particular acercamiento a “It’s a Heartache”, clásico de Bonnie Tyler, reversionado luego por Rod Stewart.La elección del tema no pudo ser mejor, su timbre de voz, rasposo y rocanrolero iba a la perfección. “Los primeros recuerdos que tengo con la música es aprendiendo a tocar la guitarra a los seis o siete años, y tocando en los actos de la escuela primaria”, había contado a modo de introducción para enseguida pasar a uno de los momentos más importantes de su vida, el día que estuvo frente a frente con uno de sus referentes artísticos: “A Pappo lo conocí porque yo le alquilaba amplificadores de guitarra a un lugar donde él fue a tocar. Le llevé mi equipo y pudimos compartir un momento, un tipazo. Fue muy emocionante para mí porque siempre fui fanático de él”.Mau y Ricky fueron los primeros en girar sus sillones, enseguida los siguió La Sole, que argumentó de manera contundente: “Siempre viene de rock Mar del Plata. No puedo no darme vuelta cuando escucho una voz como la tuya. Son de esas voces que llegan a lo más profundo, que transmiten”.Aunque su estilo se emparentaba más con el de los Montaner, Julio no dudó en elegir a Pastorutti: “Tengo una voz particular, que sé que va para un montón de cosas. Yo venía de hace muchos años por algo que me pasó, tengo mi preferencia por La Sole”.Su explicación generó todavía más sorpresa que su elección, y el participante enseguida profundizó sobre ese vínculo previo con ella que nunca pudo olvidar: “Una vez audicioné para el programa Elegidos (que se emitió en 2015, también por Telefe), y vos fuiste la única que me bancó, y eso lo llevo guardado en el corazón”.

Fuente: La Nación

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