A los ocho años, los padres de Antonella Domínguez la anotaron en una escuela de música: “Me daba vergüenza, pero a la hora de cantar me transformaba”. Así comenzó un camino que desembocó el lunes en La Voz Argentina.“Iba a la iglesia desde muy chiquita y cantaba en las peñas cristianas -contó la participante nacida en Neuquén-. En el jardín me subía arriba de las mesas para bailar y cantar. Siempre las maestras me retaban. Hasta el día de hoy me recuerdan por eso”.Su interpretación de “Amor completo” de Mon Laferte generó un nuevo conflicto, esta vez entre el jurado. La brillante interpretación de Antonella sedujo a La Sole y a Lali Espósito, que se disputaron su tutela. Sin embargo, mientras las dos cantantes se deshacían en elogios, la concursante alabó a la familia Montaner y hasta cantó con el patriarda de la familia. Esto provocó el enojo (fingido) de las jurado, que se levantaron de sus sillas y se fueron a charlar con la madre y amigo de la chica fuera del estudio.Cuando volvieron, Antonella ensayó una disculpa, pero que hizo enojar a los Montaner. Y esta vez fueron Mau, Ricky y Ricardo quienes se trasladaron hasta el lugar elegido por Marley.La artista se decantó por Lali, y pasó feliz a la siguiente instancia, dejando en su camino un recuerdo también para su padre ausente: “Me hubiese gustado que estuviera mi papá, pero está muy mal de salud. Tiene más de 60 años y pasamos una situación muy difícil por el tema del Covid-19, estuvo dos meses en coma, en terapia intensiva con todos los cuidados. Para cuidarlo preferimos que no venga pero es el que me acompañó desde toda la vida”.

Fuente: La Nación

Comparte este artículo en: