Marie Kondo hizo un culto (además de un imperio) de la limpieza. Lo que probablemente no imaginó cuando escribió su best seller “La magia del orden” es que su metodología podía también tener algún tipo de relación con la sexualidad. En España un estudio que acaba de publicarse asegura que en los hogares “muy limpios” la frecuencia de relaciones sexuales semanal está 24% por encima de las casas que no están del todo limpias. Sin duda una casa ordenada influye, como ha demostrado la autora japonesa, en el estado anímico de quienes la habitan. Y eso, de alguna manera, tiene consecuencias a la hora de tener sexo (o en las ganas de tenerlo). El estudio «Limpieza y felicidad» realizado por una consultora española para una empresa de productos de limpieza ha llegado a la conclusión de que el 64% de de las personas que dedican más de 10 horas semanales a mantener su casa impecable tienen sexo más de una vez a la semana. Ese porcentaje cae 20 puntos entre los que le dedican menos de 5 horas a las tareas de aseo del hogar. Una teoría posible es que cuando la casa está limpia y ordenada, la relación de pareja mejora, “fluye” más. O, lo que es casi lo mismo, disminuyen los conflictos. De hecho la sex coach Mariela Tesler (@marietesler), que se especializa en detox sexual, asegura que una de las primeras cosas que le pide a las mujeres que manifiestan tener una vida sexual poco satisfactoria es que describan su habitación o el lugar en el que suelen tener sexo: “Muchas me comentan que en su dormitorio tienen cosas que guardan recuerdos negativos, o fotos e imágenes que les disparan emociones que no están buenas. Cuando hay desorden u objetos que generan ruido, es muy posible que no quieras tener sexo o que esa relación no sea del todo satisfactoria. El detox sexual tiene mucho que ver con eso, con vaciarte de las cosas de la que te vas llenando y ya no van. Sin dudas el orden interno y externo predisponen mejor para el sexo”. Tesler, autora de los libros Ganas de vos y La ciencia de la seducción (junto con Martín Rieznik, próximo a salir a la venta) asegura que una cama o habitación desordenada no invita al encuentro íntimo. “El contexto influye un montón. Si está todo hecho un lío, lo más probable es que aflore el malhumor. Siempre digo que una relación sexual de calidad es la que activa los 5 sentidos: cuanto mas sensación de bienestar tenga el ambiente, mas ganas te da de compartir un encuentro sexual”, plantea. Incluso, muchos encuentran afrodisíaca una habitación limpia y ordenada. El ejemplo más claro es cuando entramos a la de un hotel en la que todo está impecable e impoluto. “La sensación que es la de la hoja en blanco, que fuimos los primeros en intervenirla, que todo lo que suceda ahí dejará mi huella”, sostiene Tesler.Por su parte, la sexóloga Celia Laniado destaca que el “el dormitorio tiene que ser un templo del amor, ordenado, sin juguetes o fotos de los chicos alrededor porque eso desmotiva. Si hay una cuna, sacarla. En lo personal, soy partidaria de poner en la habitación cuadros o pequeñas piezas de arte erótico y velas aromáticas. Los ambientes tristes, desordenados o aburridos pueden dar como resultado un sexo triste y aburrido mientras que los lugares sensuales, provocativos o novedosos son el escenario ideal para gozar de una experiencia sexual intensa. Es importante, también, poder tener en cuenta los gustos del otro a la hora de decorar ese ambiente.” Sin embargo, un excesivo orden, ¿es sinónimo de ser rígido o poco creativo desde lo sexual? No necesariamente. Pero puede ser un indicio. “Lo bueno es que el sexo permite jugar a ser otro, probar. Permitirse ser diferente por un rato”, destaca Tesler. Y Laniado agrega: “Si esa persona es muy obsesiva, la creatividad disminuye y no disfruta. Hay gente que se fija si la sábana de abajo y la de arriba combinan. Hay que tener ordenado y crear un ambiente agradable, pero sin obsesionarse”.

Fuente: La Nación

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