Julieta Díaz mantiene un bajo perfil en las redes sociales, y utiliza su cuenta de Instagram para promover distintas temáticas sociales. Sin embargo, a veces abre las puertas de su hogar y muestra algunas postales junto a su hija, Elena, de seis años. La actriz brindó una entrevista a corazón abierto sobre la maternidad y habló de la salud de la pequeña: “Tiene parálisis cerebral, no se cura, pero está bárbara”.Martita Fort reveló cuál es la parte de su cuerpo que le genera inseguridad: “Por eso la tatúo”Elena es fruto del matrimonio de la actriz con el norteamericano Brent Federighi, de quien se separó a mediados de 2017, tras 10 años juntos. A pesar de la ruptura, mantienen una muy buena relación y Díaz suele definir a su expareja como “un gran compañero de crianza” cada vez que le consultan por la organización que acordaron como padres separados.Julieta Díaz y su hija Elena, pasaron juntas la cuarentena por la pandemia de coronavirus (Instagram @julietadiaz77/)Hace un año la actriz contó que su hija realiza terapias de rehabilitación por la parálisis cerebral con la que convive, y en una charla reciente con Catalina Dlugi por La Once Diez, volvió a hablar del tema. “Mi hija está bárbara; tiene parálisis cerebral, no se cura, pero se puede tener un nivel de vida y de cotidianidad más fácil o menos fácil, porque hay diferentes grados de parálisis cerebral”.Luego explicó que se puede manifestar como un cuadro muy leve hasta patologías más graves, como una cuadriplejia. “En el caso de Elena es bastante leve, tuvimos mucha suerte en ese sentido, y ella avanza muchísimo”, detalló. También contó que cumple con el tratamiento y la rehabilitación para seguir mejorando.Mercedes Ninci lloró al aire, se descompuso y debió ser internada: “Pensé que me moría”“Es algo de por vida, es una prueba que ella tiene, pero está bárbara”, aseguró, orgullosa de la actitud de Elena para enfrentar las adversidades. En este sentido, confesó que cuando se decretó la cuarentena obligatoria por la pandemia de coronavirus pudo conectarse de otra manera con su hija: “Pude estar muy presente y aprendí a jugar con ella de una manera más relajada, bajé exigencias y los momentos fueron muy gratificantes”.

Fuente: La Nación

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