LA PAZ, 12 ago (Reuters) – Más de 150.000 hectáreas de
bosques y pastizales se quemaron este año en las tierras bajas
de Bolivia debido a la deforestación por la expansión agrícola y
los asentamientos humanos, según el reporte de las autoridades.”El origen de los incendios, casi el 90 por ciento, están
siendo provocados. No son incendios de origen natural”, dijo a
la televisión estatal el viceministro de Defensa Civil, Juan
Carlos Calvimontes.El Gobierno registró desde mayo hasta principios de agosto
156.799 hectáreas quemadas, una cifra menor en comparación con
las 404.527 hectáreas afectadas en el mismo periodo de 2020.Bolivia registró los peores incendios forestales de su
historia en 2019, cuando el fuego arrasó con más de 6,4 millones
de hectáreas de vegetación, según datos del Centro de
Documentación e Información Bolivia.Los bosques secos de la Chiquitanía, una zona de transición
entre la Amazonía y el Chaco, han sido los más afectados por el
fuego descontrolado e inducido por la creciente actividad
agrícola y ganadera en el departamento de Santa Cruz, el más
rico e industrializado del país, situado al este de la nación.Los incendios no solo amenazan el hábitat de comunidades
indígenas, sino la biodiversidad y la fauna silvestre. La caza
ilegal de especies en peligro de extinción se agudizó durante la
época del fuego.”Lo triste para la naturaleza es ver que cada vez que algún
pirómano le está prendiendo fuego, está destruyendo la
naturaleza, el hábitat donde se alimentan y viven miles de
especies”, dijo Jerjes Suárez, veterinario de la población de
Roboré.Cuadrillas de soldados, bomberos y voluntarios lograron
apagar la mayoría de los incendios con el apoyo aeronaves y
maquinaria pesada. Según el reporte de Defensa Civil, los focos
de calor bajaron de 800 a solo 170 en la última semana.El informe preliminar de las autoridades no registró
viviendas afectadas por los incendios ni tampoco heridos.
(Reporte de Daniel Ramos, Editado por Nicolás Misculin y Manuel
Farías)
Fuente: La Nación