En Parque de los Patricios, los globos rojiblancos y los cánticos, que bajaban de la tribuna local, presagiaban la victoria. Huracán le cambió la cara a la tarde. El 5 a 0 ante Deportivo Español les hizo olvidar a sus hinchas la tormenta que azotó el estadio y le permitió terminar el año con todo lo que su gente estaba pidiendo: goles, toques y buen fútbol.A pesar de la ausencia de Gastón Casas, el goleador con 10 tantos, Huracán marcó cinco goles: es que las buenas individualidades y el gran trabajo en equipo fueron el sello distintivo de la victoria del equipo que dirige Babington. Así, Huracán se cobró la derrota que sufrió en el tribunal en la primera fecha de la rueda inicial: había ganado por 5 a 1 y después lo perdió por la mala inclusión de Luis González.El partido empezó como para despertar al sueño. El cielo plomizo que cubría el estadio Tomás Adolfo Ducó reflejaba la chatura del partido. Pero a los 8 minutos, Fernando Di Carlo, con su oportunismo, abrió el marcador de cabeza. Y con su gol, el cielo dejó ver los primeros rayos solares a pesar de la lluvia.Tres minutos más tarde, el paraguayo Derlis Soto, luego de un soberbio taco del Tero Di Carlo, amplió las diferencias. Hasta la tarde pareció sonreír y, sin mermar por un instante la lluvia, el sol comenzó a dibujar un perfecto arcoiris que cruzaba la cancha de Huracán. Todo era fiesta en Parque de los Patricios.A los 31 minutos, Daniel Garipe convirtió de emboquillada, luego de un rechazo de Javier Sodero: fue el 3 a 0. Así terminó el primer tiempo.Un hincha de Huracán que no paraba de gritar “¡Ole!”, en medio del palco de honor, se preguntaba una y otra vez: “¿Por qué no jugamos siempre así?”. En el segundo tiempo la historia no cambió. Español continuaba sin aparecer y el dominio de la pelota seguía en poder de Huracán. Y poco a poco se agigantaban las figuras de Alberto Godoy, Di Carlo, Soto y Garipe.A los 16 minutos, Di Carlo convirtió su segundo tanto y el cuarto de su equipo, que no se conformó con la diferencia y continuó buscando el arco rival. Nueve minutos después, luego de una gran jugada del juvenil Juan Carlos Padra, Soto elevó la cuenta a cinco. Y fue el final.Al igual que la tarde, en Huracán volvió a salir el sol, luego de algunos nubarrones, tras cuatro partidos sin poder ganar. La hinchada tuvo lo que tanto quería: terminar el año punteros, goleando y jugando bien. En la tribuna local, nadie quería que terminara la fiesta, mientras se escuchaba el “volveremos, volveremos…”. Es el grito y el sueño de todo Huracán: regresar lo más rápido a la A.
Fuente: La Nación