Con la mira en el escenario del 31 de mayo, cuando caducará el confinamiento estricto que dispuso el presidente Alberto Fernández, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tiene previsto reunirse mañana con sus principales colaboradores para evaluar la situación sanitaria en el distrito y definir “los próximos pasos” de su administración. Pero será recién el viernes cuando se defina el regreso a las clases presenciales a partir de la semana próxima. En la Ciudad de Buenos Aires se muestran cautos a la hora de anticipar las restricciones que regirán en el distrito a partir del lunes próximo, porque aún no tienen números certeros para analizar el impacto del cierre en la cantidad de contagios. Sin embargo, fuentes porteñas ratifican que hasta ahora mantienen el esquema anunciado por Larreta el jueves pasado. En concreto, prevén reabrir las aulas el 31 de mayo. “Esto es día a día. Es imposible predecir lo que va a pasar. Vamos a tratar de retomar las clases y volver al esquema de restricciones de la semana pasada lo antes posible”, afirman en el gobierno porteño.Tras la acusación de Bullrich, Pfizer negó un pedido de coimas del Gobierno por su vacunasEn la cúpula de la Ciudad remarcan que hubo un “altísimo acatamiento” en el distrito a las medidas anunciadas por Fernández, y a las que adhirió Larreta, para contener la suba de casos de coronavirus. Fuentes porteñas señalan que la circulación de vehículos cayó un 50% durante los últimos tres días respecto de la semana pasada, previo a que el Gobierno dispusiera el regreso a la fase 1. A su vez, resaltan que los consorcios ayudaron con la campaña de concientización para evitar las reuniones sociales y que los comercios no esenciales respetaron los protocolos sanitarios. “No hizo falta clausurar locales”, apuntan desde Uspallata. Si bien están conformes con la reducción de la circulación, en la administración de Larreta sospechan que las malas condiciones climáticas registradas durante el fin de semana sumado a los feriados de ayer y hoy colaboraron con el cumplimiento de la medida.Por eso, Larreta y sus asesores ponen la mira en el “comportamiento” que tendrán los porteños y la evolución de la curva de contagios durante las jornadas de mañana, el jueves y el viernes antes de definir las nuevas restricciones. Percibieron una leve baja de los contagios durante las últimos 48 horas, pero lo atribuyen a que durante el fin de semana suele haber una menor cantidad de testeos y a que los hospitales demoran un tiempo mayor en cargar los datos, porque tienen menos personal que en los días hábiles. En tanto, remarcan, el sistema de salud sigue bajo tensión, con alrededor de un 80% de ocupación de las camas de terapia intensiva.Horacio Rodríguez Larreta (Prensa GCBA/)“Vamos a esperar los números de los próximos días”, anticipan desde Uspallata. Según indicaron fuentes porteñas a LA NACION, no está prevista por ahora una reunión con las autoridades de la Nación y la provincia para evaluar la situación. Pero dan por descontado que buscarán consensuar para dar “tranquilidad” a la población. Después del conflicto por las clases presenciales y el aval de la Corte a la Ciudad, Larreta apuesta por retomar el espíritu de coordinación con Fernández y la provincia ante el creciente malestar y angustia social por el avance del virus y la crisis económica.“Hoy, no hay ningún dato para tomar una decisión distinta a la que anunció Horacio el jueves. La verdad del cuento va a estar el viernes”, anticipan desde Parque Patricios. Por eso, en la Ciudad prevén que Larreta anunciará el viernes el nuevo esquema de restricciones para dar “certidumbre” a los porteños.¿Cierres alternados?En el Ejecutivo porteño se muestran prudentes respecto de la idea que impulsa el Gobierno de implementar cuarentenas intermitentes, que intercale cierres programados durante nueve días y aperturas durante 12 jornadas consecutivas, en lugar de largos períodos de aislamiento. “Es impredecible. Nunca anticipamos medidas con tanta antelación. Hay que esperar”, repiten en el cerca de Larreta.Otra fuente del gobierno porteño advierte que sería “imposible” para la Casa Rosada estirar “una medida extrema”, como el confinamiento total, después del lunes. “Hay riesgo de anomía”, apunta. En ese marco, insisten en el gabinete de Larreta, es necesario avanzar con el plan de vacunación para que la población perciba que el “esfuerzo” tiene un sentido. “El volumen de vacunación tiene que acompañar a las restricciones”, resaltan.“Proclama del 25 de Mayo”. El kirchnerismo reclamó la inmediata suspensión del pago de la deuda externaEn ese sentido, en la Ciudad esperan que el Gobierno cumpla durante los próximos días con la entrega de las 350 mil dosis de vacunas para acelerar la campaña de inoculación. “Con ese número estaríamos cubriendo a la población de riesgo”, indican. La idea de la gestión de Larreta es llegar a la segunda o tercera semana de junio con el 40% de los habitantes de la ciudad ya vacunados. Cuando la Nación entregue los lotes que prometió de AstraZeneca, prevén aplicar entre 30 mil y 40 mil vacunas por día. “Hoy nuestro sistema de vacunación tiene capacidad ociosa”, subrayan.El alcalde mantuvo contactos ayer con sus colaboradores para evaluar el escenario epidemiológico y el cumplimiento de las restricciones. “Mañana nos vamos a reunir para evaluar la situación sanitaria y definir los próximos pasos”, señalan desde la administración porteña.En el entorno de Larreta insisten en que la educación presencial no impactó en el nivel de contagios. Por ese motivo, si bien la decisión se tomará el viernes, tienen previsto retomar el esquema de clases presenciales en el nivel inicial, primaria y educación especial. En tanto, el secundario seguiría con el sistema bimodal.Por decisión de Larreta, mañana, pasado y el viernes no habrá clases en el distrito. Esa medida despertó duras críticas del ministro de Educación, Nicolás Trotta, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el rechazo de padres y gremios docentes. Esos días, anunció la Ciudad, se recuperarán de manera presencial entre el 20 y el 22 de diciembre.“Venimos de cinco semanas de presencialidad. Siempre es mejor recuperar los días de manera presencial. El calendario todavía nos da margen para eso”, justificaron desde la Ciudad. Al suspender las clases, reconocen en el círculo de confianza del alcalde, el jefe de gobierno también evitó dar marcha atrás en su disputa política y judicial con la Casa Rosada por la “presencialidad”.A pesar de que el Ejecutivo porteño confirmaría la reapertura de las aulas recién el viernes, varias instituciones privadas comunicaron a los padres de alumnos que retomarán el lunes próximo las clases presenciales.En la Ciudad admiten que el país atraviesa el “peor momento” desde que comenzó la pandemia. Por esa razón, Larreta decidió acompañar el confinamiento total por nueve días que dispuso Fernández. La prioridad para el gobierno de Larreta es concientizar a la población sobre la necesidad de evitar los encuentros sociales en lugares cerrados, el “principal foco de contagios” para las autoridades sanitarias porteñas. “No podemos sostener por sostener, si los datos no acompañan. Hay que darle ya un martillazo a la curva de contagios”, afirmaron en la cúpula de la Ciudad tras adherir al decreto de Fernández.
Fuente: La Nación