“Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000) informa que tal como había sido anunciado oportunamente, desde las 00 hs. de mañana 15 de mayo, Stamboulian Servicios de Salud asume la Dirección Técnica de la operación de testeos para pasajeros internacionales en Ezeiza”. Así arranca el comunicado que difundió ayer la operadora de la principal terminal aérea del país. Esta mañana, efectivamente, la carpa para realizar hisopados en la terminal aeroportuaria es manejada por un nuevo laboratorio.El cambio se da a dos semanas de que AA2000 le rescindiera el contrato LabPax tras el escándalo revelado por LA NACION sobre el manejo de la firma que se encargaba de realizar los testeos a todos los argentinos y residentes que regresaban al país desde el exterior.AA2000 también informó que el nuevo servicio funcionará las 24 horas “con personal rotativo y mantendrá el mismo precio”.“Las tareas se llevarán a cabo con 150 personas trabajando en el laboratorio de testeos de Ezeiza, es decir con una estructura similar a la que venía operando”, agrega el comunicado, y cierra: “Asimismo, en los próximos días Stamboulian también tomará la dirección de los testeos en el Aeroparque Jorge Newbery para arribos regionales”.Diego Brancatelli estalló contra Alberto Fernández: “Basta, es una vergüenza”El fin del contrato tras la investigación de LA NACIONUn día después de la publicación de LA NACION sobre el escándalo de los hisopados en Ezeiza, la concesionaria del aeropuerto internacional más grande de la Argentina decidió revocar el contrato que la unía con el laboratorio LabPax para realizar los test de antígenos.El 29 de abril la compañía decidió poner en marcha una auditoría para revisar el sistema que genera al menos una facturación de cinco millones de pesos por día. Horas después, y sin siquiera esperar los resultados de la investigación, optó por cambiar el prestador de la primera barrera sanitaria que estableció la Argentina para ingresar al país por avión.“Ante los cuestionamientos realizados en medios periodísticos sobre los testeos de antígenos y PCR de Covid-19 realizados por el laboratorio LabPax con tests de Abbott, Aeropuertos Argentina 2000 informa que ha iniciado el jueves 29 de abril una auditoría en la que se investigará en profundidad para determinar las responsabilidades y la calidad y certificación técnica de los procesos de testeos”, explicó el 30 de abril la empresa.Según publicó LA NACION, LabPax es una empresa conformada por dos monotributistas, sin antecedentes en análisis clínicos. Una de sus dueñas es Paola Perillo Orellana, quien está inscripta en la categoría más baja, con una facturación de $18.000 por mes. La otra es Laura Cáceres, que puede facturar hasta $34.700 cada 30 días.Y no solo eso. Desatado el escándalo sanitario, el exbioquímico del laboratorio, Jorge Chizzolini, salió a denunciar públicamente que aún figura como director técnico de la empresa, a pesar de que el contrato había finalizado el pasado 31 de marzo. LabPax continuó utilizando su firma digital y matrícula para informar los resultados de los test.“Mi contrato terminó el último día de marzo, el 31, y desde ese momento estoy desvinculado completamente de la empresa”, le aseguró Chizzolini a este diario. Sin embargo, en el laboratorio sostienen que el telegrama de renuncia fue enviado el 15 de abril.Desde ahora, los hisopados obligatorios para ingresar al país estarán a cargo de Stamboulian Servicios de Salud, uno de los laboratorios de aplicación de vacunas y de diagnósticos más importantes del país.
Fuente: La Nación