Por Gabriella Borter y James OliphantASHBURN, EEUU, 23 jun (Reuters) – El consejo escolar del
rico condado de Loudoun, en Virginia, había planeado celebrar
una reunión de rutina para cerrar el año escolar, pero lo que
ocurrió fue un pandemonio.Muchos de los cientos de padres que inundaron el auditorio
en los suburbios de Washington el martes por la noche estaban
allí para acusar a las escuelas de enseñar a sus hijos que el
racismo en Estados Unidos es estructural y sistémico, algo que
la junta niega.En algunas pancartas se podía leer: “Educación, no
adoctrinamiento” y “No se acaba con el racismo enseñándolo”.La velada se calentó tanto que la junta directiva abandonó
la sala, dejando que los asistentes del comisario local
dispersaran a la multitud.”Nunca he visto algo así”, dijo Wayde Byard, portavoz de las
escuelas públicas del condado de Loudoun durante más de dos
décadas, después de que los asistentes sacaron a dos padres de
la sala esposados.Loudoun lleva meses enzarzado en acusaciones de haber
adoptado la teoría crítica de la raza (CRT), una escuela de
pensamiento que sostiene que el racismo está arraigado en la
legislación y las instituciones de Estados Unidos y que los
legados de la esclavitud y la segregación han creado un terreno
desnivelado para los estadounidenses de raza negra.El sistema escolar dice que simplemente está formando a los
profesores, la mayoría de los cuales son blancos, para que sean
“culturalmente receptivos” para atender a la población
estudiantil cada vez más diversa del condado.Las tensiones en Loudoun se hacen eco de una batalla más
amplia que se libra en todo el país. Mientras los
estadounidenses se enfrentan a la injusticia racial y social
tras la muerte de George Floyd a manos de la policía el año
pasado, varios estados dirigidos por republicanos, como Florida,
Georgia y Texas, han promulgado nuevas normas para limitar la
enseñanza sobre el papel del racismo en Estados Unidos.La idea de que una doctrina académica antes oculta se está
infiltrando en las escuelas públicas se ha convertido en un
grito de guerra para los conservadores. Consejos escolares,
padres activistas, gobernadores y legisladores dicen que los
principios de la teoría -conocida popularmente como CRT- se
están usando para adoctrinar a los niños de que Estados Unidos
es un país racista.Impulsado por los medios de comunicación de derechas, el
conflicto se ha convertido en un debate nacional sobre cómo y
qué versión de la historia de Estados Unidos se enseña en las
escuelas.Los críticos sostienen que no hay pruebas de que la CRT se
enseñe en la mayoría de las escuelas públicas. En cambio, dicen,
se ha convertido en una bandera roja que se agita ante cualquier
esfuerzo por promover la equidad racial y mejores resultados
para los estudiantes no blancos.Varios profesores y expertos en educación afirman que les
preocupa que las normas que prohíben la CRT o que limitan la
forma de hablar sobre el racismo en general puedan tener un
efecto amedrentador en los esfuerzos por enseñar la historia de
los negros, incluido el legado de la esclavitud y las relaciones
raciales.Vanessa Skipper, profesora de inglés y vicepresidenta del
sindicato de profesores del condado de Brevard, en Florida, dijo
que la prohibición estatal “sienta un peligroso precedente para
los profesores”.”Nuestro trabajo es presentar las partes objetivas de la
historia, que son confusas y oscuras, y permitir que los
estudiantes lleguen a sus propias conclusiones y piensen de
forma crítica”, dijo Skipper.
(Reporte de Gabriella Borter y James Oliphant
Editado en español por Javier López de Lérida)
Fuente: La Nación