La Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid)dio a conocer su posición institucional frente a la medida gubernamental de cerrar las exportaciones de maíz durante enero y febrero de 2021.
En su comunicado, Aapresid destaca la relación de producción y hectáreas sembradas de maíz y soja entre 2015-2020, cuando no existían restricciones a las exportaciones del cereal.
“El área cultivada con maíz creció y se situó entre las 7 y las 9,5 millones de hectáreas (55% de incremento si se toma el área promedio de cada período) con una producción sostenida de entre las 43 millones de toneladas en la peor campaña del quinquenio (2017/18), debido a la sequía, y las 58 millones de toneladas de maíz en la pasada campaña 2019/20″, destaca la Asociación.
A razón de ello, y durante el mismo período “la soja fue decreciendo hasta situar su área en torno a las 17 millones de hectáreas en las 3 últimas campañas. Su producción osciló entre las 38 millones de toneladas durante la sequía 2017/18 y las 59 millones de toneladas en la campaña 2015/16, como picos máximos y mínimos de producción, con un promedio de 51,1 millones de toneladas por campaña de producción“.
Es decir, en el quinquenio sin restricciones a las exportaciones de granos, “la producción de maíz promedio creció un 72%, pasó de 28,8 a 49,6 millones de toneladas, mientras que la producción promedio de soja no varió de manera significativa, se mantuvo en el mismo rango de 50,5 y 51,1 millones de toneladas promedio en sendos períodos“, explica Aapresid.
Con estos números se sostiene el incremento de la producción del cereal, a la cual también se le puede asociar parte del crecimiento del consumo de fertilizantes que en 2020 llegó a los 5 millones de toneladas.
“El cierre de exportaciones aunque anunciado como temporario, genera incertidumbre de cara a la próxima campaña agrícola, demorando los logros productivos descriptos previamente y el sueño de las 200 millones de toneladas de granos“, analiza Aapresid.
Y argumenta: “La sustentabilidad es un delicado equilibrio entre lo económico productivo, lo social y lo ambiental. Una hectárea de maíz produce en promedio más del doble de grano que una hectárea de soja y el cuádruple que el girasol. Una reducción en su producción implicaría menos fletes, menor consumo de combustibles y lubricantes, menos acopio, menos trabajo y especialmente menos oportunidades por una menor disponibilidad de maíz“.
“Confiamos en que esta medida anunciada el último día hábil del año sea revisada y eventualmente suspendida, para dar lugar a la construcción de mejores estrategias junto a todos los actores de las cadenas productivas que permitan atender a las necesidades de corto plazo de nuestros compatriotas, sin afectar negativamente en el mediano y largo plazo a los sistemas productivos”, concluyó.

Fuente: InfoCampo

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