Jugó su último partido el 3 de agosto pasado, en la eliminación de la selección argentina ante Australia, en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Más allá del resultado, dio todo lo que tenía hasta el último segundo de su etapa como jugador, y mucho más también, dentro y fuera de la cancha. Luis Scola, uno de los iconos concluyó su etapa como basquetbolista a los 41 años y fue nombrado como CEO del club italiano Pallacanestro Varese, en el que actuó la última temporada, antes de su cierre en el seleccionado.El excapitán de la selección se había reincorporado al Varese en agosto pasado, después de unas vacaciones, pero su futuro como jugador era una incógnita, que quedó revelada con el anuncio que realizó el club italiano de su ingreso a la directiva de la entidad. Así se terminó una carrera brillante de 26 años, que incluyó una década en la NBA, pero sobre todo, con una huella enorme como líder del equipo nacional.@LScola4 torna in campo con noi, ma con un ruolo tutto nuovo ? Sarà il nostro Amministratore Delegato ????? https://t.co/PwKs7Wa23o. #NoiSiamoVarese pic.twitter.com/A8SUNOktfq— Pallacanestro Varese (@PallVarese) September 20, 2021Inmediatamente asoma el momento de su despedida en Saitama, a un minuto del final y con todo decidido en favor de Australia, ovacionado por compañeros y rivales, en una muestra de inmenso respeto a una leyenda del deporte. “Intento siempre apartarme de estas situaciones. Estaba terminando que terminara el partido. Haber visto a los rivales, a los periodistas, a los árbitros, me golpeó un poco. Me venía preparando hace un año para esto, pero se me vino un poco todo de golpe”, contó entonces.Era el adiós a la selección. Y, a la vez, aunque no lo dijo entonces, a su etapa como jugador: había estirado cuerpo y alma para llegar de la mejor manera posible a Tokio, fiel a darlo todo por la selección, a despecho de la pausa obligada por la pandemia. “Se terminó, ya está. Estamos todos viviendo una situación muy especial. Quería llegar hasta el último momento, trabajando y de la misma manera de siempre. A la Argentina le di mi máximo compromiso y mi máximo esfuerzo. Me voy en paz”, resumió. Su despedida de la selecciónAtrás queda una etapa histórica. Ferro Carril Oeste (1995-1998) fue su primer y único club en Argentina, antes de dar el salto a Europa, como jugador del Gijón Baloncesto y TAU Cerámica, ambos de España. Allí fue considerado el mejor Rookie (Jugador Novato) en 2000 y el Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga ACB en 2005 y 2007. Fue campeón de la liga en 2002, tres veces ganador de la Copa del Rey (2003, 2004 y 2006) y otras tres de la Supercopa (2005, 2006 y 2007), todo con el TAU Cerámica.A mediados de 2007 desembarcó en la NBA, dos años después de una frustrada negociación con San Antonio Spurs, la franquicia en la que brilló Manu Ginóbili. Durante cinco años actuó en Houston Rockets,y luego de su primera temporada integró el quinteto de los mejores “rookies” junto con Kevin Durant, entre otros. Siguió su periplo en Phoenix Suns (2012-13) luego en Indiana Pacers (2013-15), una temporada en Toronto Raptors (2015-16), y la última en Brooklyn Nets (2016-17).El pivote argentino, de gran presente en la NBA, charló en exclusiva con lanacion.comLuego de una década en Estados Unidos, decidió mudarse a China para jugar en Shanxi Zhongyo (2017-18) y Shanghai Sharks (2018-19). Para tratar de llegar de la manera más competitiva a sus últimos Juegos Olímpicos, pasó al básquetbol italiano. Jugó primero en el Olimpia Milano (2019-20) y luego en el Varese, con el que promedió 17,8 puntos y 6,6 rebotes por partido, según la Legabasket. Pero, claro está, su gran amor fue el seleccionado argentino, en el que jugó del principio al final de su carrera. Luifa, el “4? para siempre, es el máximo anotador histórico del equipo nacional, con 2.857 puntos en 173 partidos en el equipo nacional en 22 torneos. Fue uno de los símbolos de la Generación Dorada, y disputó cinco Juegos Olímpicos: obtuvo la medalla dorada en Atenas 2004, bronce en Pekín 2008, cuartofinalista en Londres 2012, en Río 2016 y en Tokio 2020. En Atenas 2004 promedió 17,6 puntos; en Pekín 2008 subió a 18,8; y luego siguió en Londres 2012 (18), Río 2016 (14,8) y Tokio 2020 (16,5).La mejor versión olímpica de Scola acaso se haya visto en Atenas, cuando la Argentina eliminó al Dream Team y el jugador porteño brilló en la final ante Italia, con 25 puntos. Su estreno con la camiseta albiceleste en mayores fue en el Sudamericano de Bahía Blanca de 1999, ante Ecuador (111-37), en una noche en la que sumó sus primeros 18 puntos. Desde entonces, pactó para siempre con la selección un compromiso inigualable en cada citación, al punto que nunca se perdió un campeonato. Su último título fue el oro panamericano en Lima 2019. También obtuvo dos subcampeonatos mundiales, en Indianápolis 2002 y China 2019, los extremos de un recorrido que también incluyó el 4° puesto en Japón 2006, un quinto lugar en Turquía 2010 y el undécimo escalón en España 2014. Como lo dijo en su despedida, entregó a la selección argentina todo lo que tuvo, hasta vaciar el tanque. Por eso, el epílogo en Tokio fue también el final de su carrera sobre el parquet. View this post on Instagram A post shared by Luis Scola (@luisscola)Los logros de Scola con la selección:Medalla de oro en el Campeonato FIBA Américas de 2001Medalla de plata en el Mundial Estados Unidos 2002Medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004Medalla de oro en el FIBA Diamond Ball 2008Medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008Medalla de oro en el Campeonato FIBA Américas de 2011Medalla de oro en los Juegos Panamericanos de 2019Medalla de plata en el Mundial China 2019.
Fuente: La Nación