Las comparaciones no sirven, son injustas, pero en algunos casos resultan inevitables. Durante toda la década pasada, España se construyó una imagen emparentada con el deleite futbolístico. Dejó la garra ineficaz, mal entendida y peor publicitada para abonarse a un juego tan exquisito como productivo que levantó por igual copas y elogios, que se convirtió en ejemplo a seguir por medio mundo.Pero los tiempos cambian, las etapas se cierran, y hoy, ya sin representantes de aquella camada (las lesiones y el Covid bajaron a Sergio Ramos y Sergio Busquets, los últimos resistentes de los años dorados), la transición está demostrando ser un desierto difícil de cruzar.El 10 eterno: el conmovedor homenaje a Diego Maradona antes del partido entre Argentina y Chile por la Copa AméricaEl conjunto que dirige Luis Enrique mantiene algo de la esencia: gira en torno a la pelota, asume el protagonismo centrado en las posesiones largas y el juego asociado, adopta la paciencia como principal arma para enfrentar a una defensa numerosa, estrecha y cerrada como la que presentó Suecia, pero le falta todo lo demás.La insólita pifia de Mikael Lustig, de Suecia#EurocopaxTNTsports | Nos puede pasar a todos… ?#ESPSUExTNTsports pic.twitter.com/hSYHvpKyTO— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) June 14, 2021La inventiva escasea, el talento surge a cuentagotas, la gambeta a tiempo está ausente sin aviso, y la imaginación y la puntería que sumaban los Iniesta, David Silva, Xavi, Fernando Torres o David Villa provocan una añoranza imposible de reprimir. Entonces su fútbol se va alejando de la armonía para tornarse monótono, el dominio del partido se esteriliza y alterar la chapa pasa a ser un desafío mayúsculo.¡Lo tuvo Morata! No se puede creer lo que falló solo frente a Olsen ??? 37′ | #ESP 0-0 #SWELa #EurocopaEnDIRECTV ? la vives por DIRECTV Sports y @DIRECTVGO ?? pic.twitter.com/NHGRnczDbu— DIRECTV Sports (@DIRECTVSports) June 14, 2021Es cierto, nadie puede negarle a España las buenas intenciones. Armó tándems interesantes por afuera, con Marcos Llorente-Koke por un lado y Jordi Alba-Dani Olmo, por el otro; liberó a Pedri con la idea de que buscara espacio a espaldas de los volantes rivales; movió a Morata del centro del área para que la diagonal de Olmo o la llegada al vacío de Koke pudieran encontrar algún hueco en medio del mar de camisetas amarillas. El problema es que confundió paciencia con lentitud, lo cual sumado a las carencias le impidió provocar el desorden que hubiera necesitado para desajustar a los ocho suecos plantados en la vecindad de su área.Alexander Isak, de Suecia, lucha por la posesión con Rodri, de España, que fue una decepción colectiva (Julio Munoz – Pool / Getty Images/)Pese a todo, el primer tiempo dejó un puñado de ocasiones a favor de la Roja. Robin Olsen -al cabo, la figura de la cancha- se lució al sacarle un cabezazo abajo y un remate desde afuera a Dani Olmo a los 15 y los 44. Koke no acertó con el arco desde dentro del área a los 22 y 28. Y Morata perdió la más clara a los 37, cuando pifió un despeje Danielson, quedó mano a mano con el arquero y abrió demasiado el remate. Pero supo a demasiado poco si se tiene en cuenta el monopolio de la pelota ejercido de principio a fin.¿Suecia? Como buen equipo nórdico mostró su solidez defensiva y su capacidad para no perder jamás la concentración en la labor de obstaculizar y anular al adversario. Por algo lleva un solo gol en contra en seis partidos disputados en 2021. Un arquero firme en las salidas. Dos centrales que apenas conceden opciones cuando la pelota viene por el aire. Cuatro volantes incansables para tapar agujeros, retroceder todo lo necesario para minar el área propia y revolear los despejes sin escrúpulos ante cualquier apuro. Y dos delanteros dispuestos al sacrificio para molestar el primer toque rival.Pedri, de Barcelona, se convirtió en el futbolista más joven en debutar en la selección española en la Eurocopa, con 18 años y 201 díasDe jugar, por supuesto, ni hablar. Hubo que esperar 23 minutos y medio para que el equipo de Janne Andersson enlazara tres pases seguidos. La acción fue todo un ejemplo de sus “cualidades”: acabó con una imprecisión y una infracción cometida por Ekdal por llegar tarde al pase. Aun así, como el fútbol no conoce de razonamientos lógicos, el único acercamiento serio de los suecos ocasionó la mejor oportunidad de gol del partido: a los 44, Alexander Isak peleó en el área con Laporte, lo desacomodó con el cuerpo y una pisada posterior, su disparo cruzado superó a Unai Simón, lo desvió como pudo Llorente, pegó en el palo derecho y cayó manso en las manos del arquero vasco.Facundo Campazzo: aniquiló los prejuicios y generó un impacto similar a los argentinos que dejaron una huella en la NBAEl segundo capítulo no hizo más que corregir y aumentar lo ya visto. España quiso insistir en su búsqueda, pero durante más de media hora no tuvo a nadie capaz de frotar la lámpara que le diera algo de magia a su toqueteo académico, mientras que del otro lado Berg falló otra acción fabricada por Isak.Los cambios, tal vez tardíos, de Luis Enrique en la cuesta final, le dieron algo más de brío al ataque español. Thiago aportó frescura, Oyarzábal alguna gambeta, y Gerard Moreno, dos cabezazos: uno pasó cerca, el otro confirmó que Olsen tenía su noche feliz.Fue 0 a 0. Premio al tesón defensivo sueco y preocupación para una España que quiso parecerse a aquello que supo ser, pero solo logró despertar el recuerdo por lo que ya no es.

Fuente: La Nación

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