Que el color es capaz de inspirar felicidad y renovar las energías es algo que la arquitecta Camila Monge y su marido, Diego, diseñador industrial, saben muy bien. Por eso decidieron incorporarlos en su hogar, a pesar del escepticismo que la explosión de amarillos, rojos y verdes genera entre algunos de sus invitados.Rodeada de color, la arquitecta Camila Monge. El verde del pasillo se eligió para realzar, por oposición, el rojo de la cómoda y de las cortinas. (Magalí Sabrian/)“Hay gente que entra y dice: ‘¡Wow!’; otra, que mira raro. Puede gustar o no, pero nos sentimos cómodos con la puesta”, dice Monge, que, confiesa, intenta persuadir a sus clientes para que se sumerjan en “el mundo de lo colorido”. También fanáticos de la historia, cinco años atrás eligieron este departamento de Recoleta seducidos por los pisos de pino tea, las molduras, los herrajes y el vidrio repartido. Y claro, el interés por el patrimonio tiene su eco en la decoración.Izq.: Banqueta (Harturo) y mesas bajas, diseño de Monge. El asiento del sofá (Apatheia) se cubrió con un género verde (Casa Almacén), inspirado en el cuadro de Romina Salem, apoyado en el piso. Alfombra (Mihran). Con marcos de su bisabuela, Monge hizo fotomontajes. (Magalí Sabrian/)Detrás del sillón (Proyectarte Online), la lámpara de yute (Estudio Doble A) lleva la mirada al mural de Julia Alonso, amiga de la pareja. Es el perfil de Antínoo, el joven que conquistó al emperador Adriano y que representa a Italia y a la belleza.Como escapados de la escena, los peces koi de cerámica (George Home Couture) agrandan el influjo del biombo, que cautivó a los dueños por ser una pieza usada, única, circular y con figuras de nácar. (Magalí Sabrian/)La abuela de Diego tiene en su casa un biombo que la pareja siempre admiró. En cuanto vieron uno similar en la vidriera de Harturo, no dudaron en comprarlo. Camila diseñó la mesa, con un laqueado cobre brillante.. Silla BFK (Proyectarte Online). La franja de espejo da un remate a la viga y refleja el mural de la pared opuesta.Para el respaldo y la ropa de cama (Proyectarte Online), se optó por la neutralidad. Silla turquesa (Harturo). Cortinas (Dharma Deco). Cuadro de Alicia Erbin). (Magalí Sabrian/)Como el rojo no podía faltar en el dormitorio de Helena, su mamá pintó la silla que acompaña la mesa ratona (ambas, Mercado Libre). Cama con motivos botánicos calados en el respaldo (Mesopotamia BA). Cuadro de Delfina Monteverde. (Magalí Sabrian/)La pareja creó los colores del baño mezclando hidroesmalte epoxi blanco y negro (Sinteplast) con entonadores. Las franjas se delimitaron con cinta y los semicírculos, con lápiz e hilo. Además, se pintó el placard de madera, para que, una vez más, resonara el rojo. (Magalí Sabrian/)Ideas para combinar arte, mobiliario y colorA pesar de lo profundo del tono, la pintura sintética bien iluminada aporta un singular brillo. Una obra del artista Santiago Cogorno y, frente al espejo con marco pintado, un cuadro de Diego. (Magalí Sabrian/)Detalles: la puerta de entrada metálica es la original, y se pintó de gris para que el material se luciera como tal y sin competir con el resto. La cómoda laqueada (Harturo) fue un regalo de casamiento. “Espero que nos entre en cada lugar al que nos mudemos. No nos cansamos de verla”.Intensidad: el esmalte verde “Esmeralda” (Alba) le da profundidad al toilette y, al ser sobrio y clásico, permitió libertad en la elección de los cuadros.En la cocina, lámina comprada en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. (Magalí Sabrian/)Ritmo: a falta de luz natural, con el amarillo ‘6676’ de Sherwin Williams se simuló la entrada de sol. Para que no se produjera un corte abrupto con el resto de la pared, pintaron franjas para un efecto de movimiento y desmaterialización. “Además, toma el ángulo para abrazar el sofá e integrar el espacio”.Color: como estaba en buenas condiciones, lo único que se hizo en la cocina fue pintarla, agregarle un par de estantes (Easy) y traer el amarillo del living con las dos banquetas.

Fuente: La Nación

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