En los despachos oficiales, la culpa del aumento del precio de la carne es consecuencia –por lo menor en parte significativa– de un mercado desordenado y, en algunos casos, “irregular”, que aprovecha todos los grises que encuentra en el camino para sacarle el máximo provecho tanto a la fuerte demanda de China como a la brecha cambiaria que existe hoy por hoy en la Argentina.En el Gobierno no cuestionan el accionar de las empresas que denominan como exportadores tradicionales, con el que actualmente está enfrascado en negociaciones, sino la aparición –gracias a lo que consideran una flexibilización de los controles– de “traders” de carne que aprovechan tal laxitud y los buenos precios internacionales para hacer negocios en la coyunturaJunto con los nuevos actores exportadores, afirman en el Ejecutivo, también aparecieron “los negocios marginales a la ley”. El diferencial del tipo de cambio entre el mercado único y libre de cambios y el contado con liquidación “tentó” a esas empresas a realizar “maniobras” para aprovechar el diferencial entre los tipos de cambio y ganar mercado. Según las autoridades nacionales, estos jugadores avalan precios elevados incluso en el Mercado de Liniers y distorsionan el precio de la carne en el mercado interno.En el Gobierno encontraron además que estas firmas –a las que no consideran totalmente ilegales– promueven maniobras en la que subfacturan, evaden, o promocionan “irregularidades” en sus operaciones de comercio exterior. Por caso, denuncian que una de las maniobras realizadas es la creación de “empresas fantasmas” a partir de la simplificación de trámites. Allí, dicen en el Gobierno, aparecen “empresas insolventes” que realizaron operaciones de exportación de carnes a China que no liquidaban divisas y entraban los dólares vía CCL, “obteniendo una gran diferencia”. De esta manera, cuestionan en los despachos oficiales, salían a pagar más caras las vacas, “compitiendo deslealmente con el resto de los exportadores”. En el oficialismo estiman que cuando el Estado reclama la falta de liquidación de divisas, aparecen “personas insolventes”.Triangulación en Uruguay“Otras de las operaciones que realizan –dicen en el Gobierno– para aprovechar el diferencial en el tipo de cambio es subfacturar la mercadería que va a China. Se crea una empresa fantasma en Uruguay a la que le venden la carne a China subfacturada. Desde Uruguay le vendían a China al precio completo, quedando la diferencia en Uruguay que entraba al tipo de cambio blue”, explicaron y agregaron: “La carne a China se vende a US$ 4400 por tonelada. Mediante el mecanismo de triangulación vía Uruguay se la facturaba a la empresa uruguaya a US$3400 por tonelada. La empresa fantasma uruguaya la factura a China al precio real, US$4400. Por lo tanto, por cada tonelada exportada, estos operadores se quedaban con US$1000 en Uruguay que ingresaban mediante dólar contado con liquidación o dólar MEP (dólar bolsa) o en billetes vía Cacciola. Esto les reporta una ganancia extra ilícita extra de $ 80.000 por tonelada, o $ 2.000.000 por container”.Según apuntan en los despachos oficiales, esta diferencia les permite a estos “exportadores truchos” salir a comprar vacas a un mayor precio y recalentar el mercado doméstico. Aparecen en el Mercado de Liniers a pagar $40 o más por kilo de vaca en pie. “El aumento del precio de la vaca de menor calidad arrastra hacia arriba a otras categorías de bovinos que comemos los argentinos, novillitos y vaquillonas, y esto explica en parte la suba tan fuerte que hubo en el precio, y es lo que se quiere ordenar, cuidando el consumo interno, y también a quienes hacen su negocio de manera legal”, indicaron en el oficialismo.
Fuente: La Nación