El Parlamento británico ha excluido al embajador chino en Reino Unido, Zheng Zezuang, de una reunión que se llevará a cabo este miércoles sobre el país asiático y ha indicado que la decisión se toma debido a las sanciones de Pekín contra algunos parlamentarios.El presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, y el de la Cámara de los Lores, John McFall, han considerado que no sería “apropiado” que el embajador interviniese en la reunión, por lo que este martes le han informado de que no podría asistir a la misma, informa la cadena BBC.”No creo que sea apropiado que el embajador de China se reúna en la Cámara de los Comunes y en nuestro lugar de trabajo cuando su país ha impuesto sanciones contra algunos de nuestros miembros”, ha apostillado en concreto Hoyle, que ha señalado que “si se levantaran las sanciones, no habría problema”.La asistencia de Zheng estaba programada, si bien varios de los parlamentarios sancionados expresaron sus preocupaciones y críticas al respecto en un escrito.Tras lo ocurrido, Pekín ha amenazado a Londres con represalias. “Condenamos enérgicamente este movimiento y tomaremos las medidas apropiadas”, ha señalado un portavoz del Ministerio de Exteriores de China, citado por la agencia de noticias DPA.El portavoz, que no ha especificado qué medidas se emprenderán, ha acusado al Parlamento británico de permitir a “legisladores anti-China” dañar las relaciones bilaterales. De forma paralela, ha pedido revertir la decisión, “poner a los legisladores en su lugar” y trabajar para consolidar las relaciones entre China y Reino Unido.Por su parte, la Embajada de China en Reino Unido ha calificado la decisión como “despreciable y cobarde” y ha avisado de que afectará a ambos países, cuyas tensiones en la actualidad son importantes.Pekín impuso sanciones, prohibiciones de viajes y congelación de activos, a parlamentarios británicos al acusarlos de difundir “mentiras” sobre el país por sus declaraciones contra las violaciones de Derechos Humanos por parte de China sobre los uigures en la región de Xinjiang, una cuestión por la que Londres sancionó primero a funcionarios del país asiático.
Fuente: La Nación