Desde su estreno en 1975 hasta hoy en día, Tiburón (1975), de Steven Spielberg, se convirtió en una película de culto. Una de las escenas más recordadas por su espectacularidad retrata el momento en el que el depredador sale del agua y hace gala de su prominente mandíbula. Como sacada de la ficción, un camarógrafo logró captar a un tiburón blanco imitando a la ficción, mostrándole los mostró los dientes a un grupo de personas que navegaban en el puerto pesquero de Gansbaai, en Sudáfrica.Stephen Hawking tenía razón: el horizonte de un agujero negro no se encogeA lo largo de tres años, Anthony Kobrowisky (35) trabajó como fotógrafo de tiburones. En ese contexto, este profesional logró capturar una encuentro cercano allá por 2017.Difundidas por la empresa Sea Candy Media, propiedad de Kobrowisky, en las imágenes se puede ver cómo el enorme depredador salta del agua con su mandíbula abierta. Pese a lo amenazante, a diferencia de lo ocurrido en la película de Spielberg, el tiburón blanco no logra atrapar a nadie más que al cebo.En declaraciones a la prensa, que reproduce Lad Bible, Kobrowisky aseguró que ha registrado cientos de encuentros con los tiburones blancos, pero ninguno tan impactante como este. Además explicó que para lograr este tipo de capturas llevaban a delante un enorme trabajo de coordinación de equipo.Encontró el departamento que buscaba pero detrás de las paredes se escondía la causa de sus múltiples enfermedades“La persona que manipulaba el cebo daba la señal a los buzos, que estaban en una jaula, para que se sumergieran. Eso les permitiría, con suerte, verlo desde abajo mientras pasaba. Yo lo seguía con cautela mientras utilizaba mi cámara instalada sobre un extensor. Los tiburones blancos suelen ser muy rápidos, por lo que debía estar preparado todo el tiempo, de lo contrario, me sorprendería y no podría obtener una buena toma”, explica el fotógrafo.Kobrowisky destaca la importancia de la presencia de los tiburones en los océanos y lamenta la explotación indiscriminada de algunas especies. “Lamentablemente muchas especies están en peligro de extinción. Se dice que más de 100 millones de tiburones mueren cada año. Esto se debe principalmente a la industria de las aletas de tiburón y tiene un impacto muy alto en nuestra vidas”, concluye.

Fuente: La Nación

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