WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene previsto aprobar el reparto de fondos por 650.000 millones de dólares el próximo 2 de agosto, y la distribución a los países miembros se concretaría tres semanas después de la decisión, según la propuesta de la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva. La Argentina recibirá 4400 millones de dólares sin condiciones.Georgieva remitió a la Junta de Gobernadores del FMI, el órgano donde están representados todos los países miembros que integran el organismo, su propuesta final para realizar una asignación especial de Derechos Especiales de Giro (DEG, la moneda que utililiza el organismo) por un monto equivalente a 650.000 millones de dólares, la mayor en la historia del Fondo. La propuesta solicita que el board vote la iniciativa el 2 de agosto. Su aprobación requiere de un respaldo de al menos el 85% de los miembros.El plan contempla de Georgieva que el monto total de la asignación tenga lugar 21 días después de la adopción por parte de la Junta de Gobernadores de la resolución pertinente, con lo cual los países recibirían los fondos para fortalecer sus reservas a fines del mes próximo.El Fondo ya realizó su última emisión de nuevos DEG en agosto de 2009, durante la Gran Recesión que siguió a la crisis financiera global, cuando repartió 250.000 millones de dólares. El gobierno de Donald Trump se había opuesto inicialmente a un reparto de fondos, que recibió un apoyo total por parte del gobierno de Joe Biden.“La economía mundial se enfrenta a una crisis sanitaria y económica sin precedentes que podría afectar la estabilidad y el buen funcionamiento del sistema monetario internacional. La crisis de COVID-19 es compleja, incierta y verdaderamente global, y presenta riesgos de cicatrices extendidas”, justifica la propuesta elevada por Georgieva.La jefa del Fondo dijo además que muchas economías emergentes y países en desarrollo ingresaron en la crisis con un nivel inadecuado de reservas, una descripción que bien le cabe a la Argentina, donde todavía reina el cepo cambiario que reinstauró el gobierno de Mauricio Macri sobre el final de su mandato y luego amplió el gobierno de Alberto Fernández.México y la Argentina han abierto una campaña para intentar que los DEG que no sean utilizados por países de ingresos altos puedan ser usados por naciones de ingresos medios en crisis, como la Argentina.El reparto de fondos que prevé el FMI es crucial para los planes del Gobierno, ya que el ministro de Economía, Martín Guzmán, mantiene en carpeta la posibilidad de usar esos fondos para afrontar los próximos vencimientos con el organismo. Pero el cristinismo quiere que esos fondos se utilicen para respaldar la recuperación económica a la pandemia justo antes de las elecciones legislativas, que tanto el oficialismo como la oposición consideran vitales para fortalecer sus respectivos proyectos políticos.

Fuente: La Nación

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